Las consecuencias de la inactividad física en la salud
¿Cuál es su valoración de la práctica del deporte en Francia?
relaciones públicas: Al comienzo de nuestra entrevista, mencioné que dos tercios de los franceses de 15 años o más practican una actividad física y deportiva regular. Esta cifra oculta una gran heterogeneidad. Alrededor del 70% de las personas de clases desfavorecidas nunca practican deporte, frente a sólo el 8% de las personas de categorías superiores. En otras palabras, el deporte es un verdadero marcador social.
Una encuesta publicada poco antes de los Juegos Olímpicos mostró que uno de cada tres franceses había dejado de practicar deporte. falta de medios financieros (4). También hay diferencia entre sexos: el 71% de los hombres practican, frente al 60% de las mujeres. Finalmente, la mitad de las personas con discapacidad nunca practican actividad física o deportiva.
En los países donde se promueve el deporte desde la escuela, donde se han invertido recursos económicos en infraestructuras y en la accesibilidad del deporte para todos, estas diferencias, particularmente sociales, son mucho menores. Este es el caso de Finlandia, país campeón en deportes saludables (5), y de Australia.
¿Cuáles son las consecuencias, en términos de salud, de esta falta de práctica deportiva en Francia?
relaciones públicas: Los especialistas citados en nuestro libro alertan sobre el peligro asociado a la falta de actividad física y al sedentarismo, especialmente entre los jóvenes. En Francia, en 2017, El 20% de los niños de 6 a 17 años tenían sobrepeso. Hoy en día, muchos adolescentes padecen diabetes tipo 2 o enfermedades mentales, advierte el doctor Michel Cymes. Por tanto, es urgente actuar, cambiar de mentalidad.
El hecho de no conceder al deporte un lugar esencial es tanto más incomprensible cuanto que se conocen y evalúan todos sus beneficios, ya sea en términos de salud pública, de bienestar o de productividad en el trabajo. Además, en un momento en el que hablamos de restricciones presupuestarias, el juego merece la pena desde el punto de vista económico.
Según un informe de 2022 del Ministerio de Deportes sobre los impactos socioeconómicos del deporte-salud en Francia, si más de un millón de franceses físicamente inactivos cumplieran las recomendaciones de la OMS, se ahorrarían más de 250 millones de euros en gastos sanitarios. cada año.
Soluciones para convertirse en una nación deportiva
¿Los Juegos Olímpicos de 2024 han marcado un cambio en la promoción del deporte?
relaciones públicas: En el marco de la preparación para los Juegos Olímpicos, en 2022 se votó un plan que prevé la construcción entre 2024 y 2026 de 5.000 nuevas instalaciones deportivas. Pero, dadas las necesidades, esto no parece suficiente. Y hoy, más allá de la región de París y de las pocas sedes olímpicas descentralizadas (Marsella, Tahití, Châteauroux), El legado material de los Juegos Olímpicos sigue siendo limitado.
Además, las autoridades públicas podrían haber “surfeado” en la ola olímpica y haber decidido generalizar el sistema de “dos horas adicionales de actividad física y deportiva” a las escuelas secundarias. Sin embargo, esta generalización acaba de ser abandonada.
Otro ejemplo de medida que produce poco o ningún efecto: el Gobierno ha puesto en marcha el Pase Deportivo, una ayuda de 50 euros para la afiliación a clubes deportivos, pero la mitad de los jóvenes que podrían tener derecho a él no lo han utilizado.
¡Danos motivos para tener esperanza! ¿Cuáles son las soluciones para que Francia se convierta en una auténtica nación deportiva?
relaciones públicas: Francia será sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en 2030, lo que tal vez genere un nuevo impulso. La pasividad de los poderes públicos en materia deportiva quizás esté relacionada con la mala situación económica. Sería incomprensible que esto continúe, dada la urgencia de la situación de salud pública.
¿Debemos entonces esperarlo todo del Estado? ¡Gran pregunta! Las empresas pueden actuar para fomentar la práctica del deporte por parte de sus empleados. La mayoría de nosotros somos conscientes de los beneficios del deporte. A nivel individual, mediante la votación, por ejemplo, podemos actuar para que el deporte ocupe más espacio en el debate público. ¡Pero llevará tiempo!
Sin embargo, las soluciones están a nuestro alcance. Por citar sólo algunas ideas: si mañana impusiéramos 4 horas de educación física obligatoria en la universidad, si aplicáramos un coeficiente de 7 al deporte en el bachillerato, si concediéramos exenciones fiscales a los empresarios para animar a los empleados a practicar deporte durante el tiempo de trabajo, si ampliáramos los órdenes de actividad adaptados a la forma física, el deporte pasaría a formar parte de la moral. ¡Cada año, la actividad física debería ser declarada una de las principales causas nacionales!