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Si bien la tregua entre Israel y Hezbolá entró en vigor ayer por la mañana, los enfrentamientos no han cesado por completo. En una preocupante escalada, el ejército israelí llevó a cabo un ataque aéreo contra la aldea de Baysarieh, en el distrito de Saida en Líbano. Este ataque, justificado por Israel como respuesta a la “actividad terrorista” detectada en el lugar, habría tenido como objetivo un sitio sospechoso de Hezbollah que contenía misiles de mediano alcance. El coste humano de esta nueva violencia es elevado: trece libaneses fueron asesinados ayer, sin que se haya emitido todavía una respuesta oficial de Hezbolá.
Un ataque desafiando la tregua
La fuerza aérea israelí atacó Baysarieh, afirmando haber identificado una amenaza estratégica. Según se informa, los servicios de inteligencia revelaron la presencia de un depósito de misiles y actividad atribuida a Hezbolá. Este ataque se produce en un contexto en el que Israel había aceptado, no obstante, el cese de las hostilidades como parte de una tregua concluida bajo mediación internacional.
El portavoz del ejército israelí dijo que el ataque tenía como objetivo “neutralizar amenazas inmediatas a la seguridad de Israel”. Sin embargo, esta justificación corre el riesgo de agravar las tensiones regionales y debilitar aún más el acuerdo de alto el fuego.
Violaciones denunciadas por el ejército israelí
En una declaración reciente, el ejército israelí dijo que había identificado a varios individuos sospechosos de violar los términos del alto el fuego en el sur del Líbano. Según los informes, estas personas, que llegaron en vehículos a diferentes zonas, fueron blanco de fuego israelí. El ejército precisa que sus fuerzas siguen desplegadas en el sur del Líbano y seguirán interviniendo activamente contra cualquier violación del acuerdo de tregua.
Por otra parte, el ejército israelí dijo que se lanzó un interceptor tras la identificación de un objetivo aéreo sospechoso en el Líbano. Sin embargo, tras el análisis, resultó ser una falsa alarma.
Un costo humano preocupante
La aldea de Baysarieh, situada en el distrito de Saida, resultó gravemente afectada por esta huelga. Varias viviendas de civiles resultaron dañadas, lo que exacerbó la crisis humanitaria en el sur del Líbano. Entre las trece víctimas libanesas registradas ayer, se cree que algunas son civiles, aunque las circunstancias exactas de sus muertes siguen sin estar claras.
Este ataque también causó pánico entre los residentes de la región, ya afectados por los recientes enfrentamientos. Varias familias huyeron a zonas más seguras por temor a una reanudación de las hostilidades a gran escala.
Hezbollah permanece en silencio
A pesar de este ataque, Hezbollah aún no ha reaccionado oficialmente. Este silencio podría indicar una estrategia cautelosa para evitar una escalada inmediata, aunque el grupo chií ha intensificado sus preparativos militares a lo largo de la frontera.
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