La actual gestión de la transición en Guinea suscita preocupación entre ciertos actores de la sociedad civil del país. Un mes antes de que finalice el calendario de transición, fijado entre la junta en el poder en Conakry y la CEDEAO, algunos temen un riesgo de inestabilidad que podría desembocar en una crisis económica.
Este es el caso de Alpha Bayo, activista de la sociedad civil y excoordinador del MAOG. En una columna que consultamos advierte de las malas condiciones de vida de los guineanos.
“La crisis actual corre el riesgo de hundir al país en una recesión económica y reducir a cero el poder adquisitivo de los guineanos. Esto es lo que debería evitarse absolutamente. Este año, varios jefes de familia se vieron obligados a retirar a sus hijos de escuelas privadas para matricularlos en escuelas públicas. Otros ni siquiera han podido matricular a sus hijos en la escuela. Algunos no pueden cubrir los gastos diarios de sus familias. En realidad, los responsables de las familias ya no pueden llegar a fin de mes. Garantizar los gastos diarios, pagar el alquiler, pagar la escolarización de los niños y garantizar la salud de los miembros de la familia se han convertido en carreras de obstáculos”, denuncia Alpha Bayo, subrayando una situación que vuelve vulnerables a los guineanos y los expone así a la manipulación política.
Alpha Bayo lamenta también que, a pesar de los riesgos de inestabilidad que aíslan al país, algunos ejecutivos se niegan a decir la verdad al presidente de transición, por miedo a perder sus cargos.
“Dada la actual situación sociopolítica de alto riesgo, los inversores extranjeros se muestran cautelosos, los socios técnicos y financieros son cautelosos y los operadores económicos viven en total inseguridad. En realidad, nadie se atreve a decirle esta verdad al jefe, por miedo a ser destituido”, añade.
Según él, la única solución sería trabajar rápidamente para restablecer el orden constitucional. “De lo contrario, la situación no hará más que empeorar y las consecuencias sobre las condiciones de vida de los guineanos serán catastróficas”, advierte.
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