Israel ha apelado oficialmente las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y el ex ministro de Defensa Yoav Gallant. Estas órdenes, vinculadas a la guerra en Gaza, los acusan de crímenes de guerra, incluidos ataques contra civiles y actos inhumanos.
Una orden similar también apuntaba a Mohammed Deif, líder militar de Hamás. El ejército israelí afirmó haberlo matado, pero esta información nunca fue confirmada por el movimiento palestino.
En un comunicado de prensa, el gobierno israelí denunció una decisión “infundada” y cuestionó la competencia de la CPI, que se niega a reconocer. El Primer Ministro Netanyahu pidió a sus aliados internacionales, en particular Estados Unidos, que intensifiquen su oposición a la Corte y cualquier colaboración con ella.
A la espera de que se examine su apelación, Israel ha solicitado la suspensión inmediata de las órdenes. El gobierno dijo que si se rechazaba la apelación, se reforzaría la percepción de parcialidad sistemática por parte de la CPI contra el Estado judío.
Los cargos contra los dos líderes cubren acciones llevadas a cabo entre octubre de 2023 y mayo de 2024, en el punto álgido del conflicto entre Israel y Hamás.
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