Si se mantiene, el alto el fuego pondría fin a casi 14 meses de combates entre Israel y Hezbollah, que degeneraron a mediados de septiembre en una guerra total y amenazaron con involucrar a Irán, el patrón de Hezbollah, y a Israel en una conflagración más amplia.
Podría brindar cierto respiro a los 1,2 millones de libaneses desplazados por los combates y a las decenas de miles de israelíes que han huido de sus hogares a lo largo de la frontera con el Líbano.
El acuerdo mediado por Estados Unidos y Francia, aprobado por Israel el martes por la noche, prevé un cese inicial de los combates durante dos meses y exige que Hezbollah ponga fin a su presencia armada en el sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes deben regresar a su lado de la frontera.
Se desplegarán miles de tropas libanesas adicionales y fuerzas de paz de la ONU en el sur, y un comité internacional encabezado por Estados Unidos supervisará el cumplimiento del acuerdo.
Israel dice que se reserva el derecho de atacar a Hezbolá si viola los términos del acuerdo.
Sin embargo, el acuerdo no resuelve la guerra en curso en la Franja de Gaza, donde Israel todavía lucha contra militantes de Hamas en respuesta a la incursión transfronteriza del grupo en el sur de Israel en octubre de 2023. Pero el presidente Joe Biden dijo el martes que su administración hacer un nuevo esfuerzo en los próximos días para intentar llegar a un acuerdo.
Los libaneses acuden en masa al sur
Horas antes de que el alto el fuego entrara en vigor, Israel lanzó ataques generalizados que sacudieron la capital libanesa, Beirut, y una andanada de cohetes de Hezbolá encendió sirenas de alerta aérea en gran parte del norte del Líbano.
Pero después de que comenzó el alto el fuego el miércoles temprano, la calma pareció instaurarse, lo que provocó que oleadas de libaneses regresaran a sus hogares.
El portavoz militar israelí en lengua árabe, Avichay Adraee, advirtió a los libaneses desplazados que no regresaran a sus aldeas en el sur del Líbano. El ejército israelí dijo que las fuerzas abrieron fuego para repeler los vehículos que ingresaban a un área prohibida.
El ejército libanés ha pedido a los desplazados que eviten las aldeas y ciudades cercanas a la frontera hasta que las tropas israelíes se retiren.
Los vídeos que circulan en las redes sociales muestran a libaneses desplazados desafiando estos llamamientos y regresando a las aldeas del sur cerca de la ciudad costera de Tiro. Las tropas israelíes todavía estaban presentes en partes del sur del Líbano después de que Israel lanzara una invasión terrestre en octubre.
En la carretera que une Beirut con el sur del Líbano, miles de personas se dirigieron hacia el sur con sus pertenencias y colchones atados al techo de sus automóviles. El tráfico fue bloqueado en la entrada norte de la ciudad portuaria de Sidón.
Los residentes recordarán la gran destrucción causada por el ejército israelí durante su campaña, que arrasó aldeas donde el ejército dijo haber encontrado grandes depósitos de armas e infraestructura que, según dijo, tenía como objetivo lanzar un ataque similar al del 7 de octubre en el norte de Israel.
Según las autoridades sanitarias libanesas, más de 3.760 personas han muerto por fuego israelí en el Líbano durante los últimos 13 meses, incluidos muchos civiles.