Una vez más, la exposición de la asociación Les Doigts d’or, musicalizada por el presidente Dominique Segonne, atrajo a una gran multitud. Casi 1.150 visitantes pasearon por las callejuelas de La Hune el sábado 23 de noviembre de 2024 por la tarde y el domingo 24 de noviembre. Una cuarentena de expositores, manitas de dedos de oro, deleitaron al público con sus creaciones, fruto de una imaginación desbordante y de un saber hacer notable, adquirido con paciencia, día tras día.
Yves Joyaux, uno de los cuatro invitados de honor, exponía por primera vez. Su stand, instalado en el vestíbulo de entrada, atrajo a una multitud de visitantes que admiraban su trabajo y sentían curiosidad por conocer los orígenes de su pasión por la fabricación de violines. El luthier aficionado de Vouillé presentó una decena de guitarras, un lapsteel, un instrumento de cuerda inventado originalmente por esclavos en Sudáfrica, un ukelele, una guitarra hawaiana guardada en un estuche de violín, y kalimbas, pequeños pianos con pulgar africano. Con al fondo, las tablas de aliso, nogal, arce, caoba, palosanto, ziricote, ébano y hasta abeto con las que cortó sus mesas acústicas. “Soy luthier aficionado desde mi jubilación. En la vida laboral, fui diseñador industrial en la antigua fábrica Saint-Gobain en Saint-Benoît. Inventé máquinas de producción que no se podían encontrar comercialmente”. explica el creador. Ya desde niño, Yves Joyaux sentía pasión por la música. Sus padres no querían comprarle una guitarra, por lo que creó una cuando tenía 13 años. Y fue sólo al jubilarse, al encontrar en un ático su primera guitarra, algo destartalada, que la pasión volvió a él como un boomerang. “Creo uno al año, busco consejos y planes en Internet y leo revistas especializadas. También frecuento el Salón de Fabricación de Violines Issoudun. Compro la madera para cortar y los profesionales me dan valiosos consejos. »
Con paciencia, cuidando hasta el más mínimo detalle, copia las grandes marcas americanas, Fender y Gibson… Corta nácar de las conchas. Pero para él no se trata de vender ningún instrumento. Están destinadas a su hijo, que como él es un apasionado de las guitarras.
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