El sábado por la mañana, Maryse de soltera Huet y Louis Philippe Flouriot celebraron sus bodas de oro en el ayuntamiento donde se casaron hace cincuenta años, en 1974, rodeados de sus familiares y amigos.
Se habían instalado en el pueblo de Kéruzeau. Ella trabajaba en Guingamp y él en Erauzo, en Lanvollon. La pareja tuvo dos hijas, Sonia, en 1975 y Sandrine, en 1979.
Un nuevo comienzo se presenta a la joven pareja. En 1976, Louis Philippe realizó unas prácticas en la academia de policía de Vannes. Estará destinado en la región parisina, en Herblay, y continuará su carrera en el Bac de Paris. Terminará su carrera en Concarneau.
Maryse Flouriot, por su parte, trabajó durante veinte años para un vendedor de lámparas.
Luis Felipe se jubiló en 2007. Luego se instalaron en Plouézec. Maryse trabajó durante otros nueve años.
Luego, todos se dedicaron a su pasión, él, la caza y la pesca y ella, los juegos de lotería. “Esta pasión me la transmitió mi madre, Yvette”, ella confía.
Después de leer el certificado de matrimonio original, ambos cónyuges renovaron sus votos firmando el registro. El alcalde, Xavier Compain, presentó “sus deseos para que su unión continúe en salud y tranquilidad, en el cariño de sus seres queridos”, entregándoles un diploma honorífico.
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