“No es baladí lo que habéis vivido”: en Lorient, la unidad médico-judicial atiende a las víctimas de la violencia

“No es baladí lo que habéis vivido”: en Lorient, la unidad médico-judicial atiende a las víctimas de la violencia
“No es baladí lo que habéis vivido”: en Lorient, la unidad médico-judicial atiende a las víctimas de la violencia
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“No es del todo sorprendente que tus recuerdos vuelvan después.” Detrás de sus pequeñas gafas azules, el médico forense Benoît Suply intenta tranquilizar al adolescente asustado que tiene delante. Víctima de una agresión sexual hace unos días, la joven presentó una denuncia a través de su padre. Ha llegado el momento de que le revisen sus secuelas en la unidad médico-judicial (UMJ) del hospital de Lorient.

“Lo más objetivo posible”

Es en este servicio se atiende a las víctimas de violencia, cualquiera que sea: doméstica, sexual, psicológica, vial, etc., siempre previa interposición de denuncia y a petición del fiscal. En su sala de reconocimiento, Benoît Suply se esfuerza por ser “lo más objetivo posible” para redactar un certificado médico que luego será enviado a los tribunales. Toma nota de las lesiones mentales y psicológicas y evalúa si coinciden con la historia de la víctima. “Hay que saber tomarse el tiempo porque no tenemos información en 30 segundos, como tampoco desnudamos a la gente tan rápido”, subraya el médico.

Después de un examen médico, el adolescente es enviado a la enfermería. “Lo que usted ha vivido no es insignificante”, dice en voz baja Aurélie Canevet-Ballot. Es absolutamente necesario poder hablar de ello. » La cuidadora le ofrece una cita, un poco más tarde, con una de las psicólogas de la UMJ. La joven asiente tímidamente.

Los dos psicólogos del servicio están especializados en psicotrauma. “Intentamos ver a las víctimas lo más cerca posible del acontecimiento traumático, para reabsorber o integrar el trauma”, explica Solène Mauras, psicóloga. Las consultas son gratuitas y pueden durar varios meses o incluso un año. “Es muy importante que las personas pasen por la UMJ porque se les reconoce en su condición de víctimas. Para algunos, es una llamada de atención”, señala. Muchos presentan síntomas de estrés postraumático: ansiedad, hipervigilancia, pesadillas, etc.

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El médico forense Benoît Suply redacta certificados médicos que acreditan los daños físicos y psicológicos de las víctimas. (Le Télégramme/Hélène Bielak)

Este viernes 22 de noviembre de 2024, día de nuestra visita, las víctimas desfilan por el servicio. Normalmente todo el mundo viene con cita previa, pero también hay imprevistos. En la secretaría, Christelle Gouëlo aguanta lo mejor que puede para cumplir su misión: encontrar espacios para acoger a todas las personas. “Recibo llamadas y correos electrónicos de la OPJ (nota del editor: agentes de la policía judicial) y de las víctimas”, explica. Un torbellino diario en el que el equipo de la UMJ se esfuerza por curar las heridas visibles y las que no podemos ver.

Práctico

En este día internacional de lucha contra la violencia contra las mujeres, varias organizaciones y sindicatos lanzaron una convocatoria de manifestación este lunes, a las 18 horas, en la plaza Aristide-Briand: Nous Tous 56, el PCF, La France Insoumise, el NPA, Solidaires, Antigua Unión Soviética, CGT y UCL. Recordemos que una de cada dos mujeres ya ha sufrido violencia sexual en Francia. En el 91% de los casos, las víctimas conocen a su agresor.

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