Se llegó a un acuerdo al final de la COP29 en Bakú, Azerbaiyán. Pero ya se le critica por su falta de ambición.
La 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha concluido y se ha llegado a un acuerdo… no sin dolor. Las discusiones continuaron durante la noche del sábado 23 al domingo 24 de noviembre, después de dos semanas de cumbre en Bakú, Azerbaiyán. Y este acuerdo ya es cuestionado por algunos países en desarrollo.
¿Cuáles son los términos del acuerdo, adoptado alrededor de las 3 de la madrugada? Los países desarrollados se han comprometido a proporcionar más financiación a los países pobres amenazados por el cambio climático. Tendrán que aumentar en 100 mil millones de dólares hoy, y “al menos 300 mil millones de dólares” anualmente de aquí a 2035, sus préstamos y donaciones a los países en desarrollo. Se trata de países europeos, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda. Y ya de por sí una decepción: los países occidentales querían que esta lista se ampliara a China, Singapur y los países del Golfo. Para China, esto estaba fuera de discusión.
“La cantidad propuesta es lamentablemente baja”
¿Para qué se utilizarán estos fondos? El objetivo para los países beneficiarios es desarrollar sus economías y al mismo tiempo financiar inversiones en energías bajas en carbono. Suficiente para evitar el uso de petróleo y carbón. Pero esta financiación prometida para 2035 “es demasiado débil, demasiado tardía y demasiado ambigua en su aplicación”, denunció el keniano Ali Mohamed, que habló en nombre del continente africano, citado por Franceinfo. Este acuerdo carece de ambición, añade su homólogo de Malawi, Evans Njewa, representante de los 45 países más pobres del planeta. Y para el delegado indio, Chandni Raina, “la cantidad propuesta es lamentablemente baja. Es irrisoria”. Los países más pobres pidieron el doble o más: incluso esperaban 1 billón de dólares.
Un acuerdo mixto, por tanto, marcado también por la ausencia de una noción importante. En 2023, durante la COP28 en Dubai, el acuerdo incluyó un llamado a “realizar una transición justa, ordenada y equitativa hacia una salida de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos”. Una noción que no aparece explícitamente en el nuevo texto. Azerbaiyán, donde tuvo lugar la última cumbre, fue criticado por su proximidad a los países productores de petróleo, en particular por parte de Alemania.
Por último, en el texto tampoco figura un sistema de seguimiento anual de los esfuerzos de transición para abandonar los combustibles fósiles (es decir, carbón, petróleo, gas) que esperan los europeos, según informa Liberación. Sin embargo, el año 2024 probablemente será el más caluroso jamás medido. Y el uso de combustibles fósiles sigue aumentando en todo el mundo, señala Franceinfo.
Las reacciones también son mixtas por parte de los países occidentales. La ministra francesa para la Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, comparte las quejas y considera que el acuerdo es “decepcionante”, “no está a la altura de los desafíos”. Mientras que Joe Biden, presidente estadounidense, celebró el “paso importante” que este acuerdo ha hecho posible en la lucha contra el calentamiento global. La misma historia del Reino Unido: “No es todo lo que nosotros u otros queríamos, pero es un paso adelante para todos nosotros”.