En 2023, un juez falló a favor de una diseñadora de moda australiana llamada Katie Taylor. Vende ropa en el país desde 2007 bajo su nombre de nacimiento, Katie Perry. Ella la convirtió en una marca registrada. Pero en 2014, durante su gira por Australia, la cantante Katy Perry vendió sudaderas con capucha, camisetas, pantalones deportivos y bufandas bajo la marca Katy Perry en el país. Por tanto, el primero persiguió al segundo.
El fallo judicial de 2023 determinó que la ropa del cantante violaba la marca registrada del diseñador. Pero que había actuado “de buena fe” y no debía ninguna compensación a la sombrerera. Por otra parte, su empresa Kitty Purry fue condenada a pagar una indemnización por daños y perjuicios. Katy Perry luego apeló.
Y ella ganó. El 22 de noviembre, tres jueces dictaminaron que Katy Perry había utilizado su nombre como marca cinco años antes de que Katie Taylor iniciara su negocio. Y es que la cantante ya era conocida internacionalmente cuando la diseñadora lanzó su ropa. Como resultado, incluso el registro de la marca Katie Perry, presentado por la australiana en 2007, fue cancelado, según informa la BBC.
Los jueces dijeron que era “lamentable” que el caso fuera entre dos mujeres emprendedoras que usaban sus nombres como marcas pero desconocían la existencia de la otra. “A medida que la fama de una (Katty Perry) crecía internacionalmente, la otra se dio cuenta de su homónimo y solicitó el registro de marca”.
La diseñadora australiana dijo estar devastada por el veredicto y la cancelación de su marca.