Las aves y los huevos, que alguna vez fueron una fuente asequible de proteínas para familias modestas que no podían permitirse el lujo de carnes rojas, están experimentando un aumento vertiginoso que está desplazando a los consumidores de sus filas, lo que apunta a una situación que está alterando sus hábitos alimentarios. Consciente de estas preocupaciones, el Partido Justicia y Desarrollo (PJD) está dando un paso al frente.
Para ello, el grupo parlamentario solicitó oficialmente la intervención del Consejo de la Competencia (CC) para examinar de cerca la situación del sector avícola, acusado de posibles prácticas anticompetitivas que afectan al poder adquisitivo de los ciudadanos.
“Desde principios de 2024, los precios de las aves y los huevos han alcanzado máximos, lo que preocupa a los consumidores marroquíes.”, recuerda el comunicado de prensa del PJD.
Según el partido, el precio medio del kilo de pollo se situó en 16,75 dírhams durante los ocho primeros meses del año, antes de haber aumentado recientemente a 30 dírhams en varias regiones. Los huevos no se salvan: en algunas localidades, una bandeja de 30 huevos supera actualmente los 70 dirhams, lo que provoca una ola de indignación, especialmente entre las familias de bajos ingresos.
El sector avícola desempeña un papel crucial en la economía marroquí. Con una facturación estimada de 32,4 mil millones de dírhams en 2022, representa una importante fuente de empleo y ofrece cerca de 465 000 oportunidades de trabajo directo e indirecto. Además, este sector garantiza la autosuficiencia en carnes blancas y huevos, productos esenciales para los hogares marroquíes.
La producción de carne de ave ha experimentado un crecimiento espectacular, de 70.000 toneladas en 1980 a 695.000 toneladas en 2023. El consumo per cápita también ha aumentado, alcanzando los 20 kg al año en 2023 frente a los 5,5 kg en 1995. En cuanto a los huevos, la producción anual supera ya los 5.500 millones. unidades.
En una carta dirigida al presidente de la Comisión de Sectores Productivos, Abdellah Bouano, presidente del grupo parlamentario del PJD, instó a la CC a verificar si los actores del sector respetan los principios de la libre competencia. Esto incluye prevenir una concentración excesiva del mercado, identificar posibles colusiones y combatir los acuerdos destinados a inflar los precios en detrimento de los consumidores.
Para defender su posición, el PJD se basa en varias disposiciones legales, en particular el artículo 166 de la Constitución, que confiere al Consejo de la Competencia la misión de garantizar la transparencia y la equidad en las relaciones económicas. El partido considera que “Las prácticas actuales podrían contravenir la ley sobre libertad de precios y competencia, perjudicando al mismo tiempo la capacidad financiera de los hogares marroquíes.”.
El grupo parlamentario insiste en la necesidad de una intervención rápida para proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos y restablecer unas condiciones de mercado justas. Esta situación pone de relieve los desafíos vinculados a la regulación de un sector estratégico, esencial para la seguridad alimentaria del país. Atrapados por la agitación del aumento de los precios y la inflación, los hogares están tratando de mantener el equilibrio. La respuesta del Consejo de Competencia es ahora más urgente que nunca.