Para su primer parto, Laura Bowtell optó por acudir al Cheltenham Birth Center, una maternidad del NHS (el sistema de salud público británico). Después de varias horas de trabajo,
la joven madre sintió que algo andaba malexplicar El espejo. Con su instinto, Laura pide que llamen a una ambulancia para ella y su pequeña. Una petición que nunca fue escuchada por las parteras presentes, Lisa Land y Hazel Williams.
Lisa, la partera responsable del parto de Laura, prefería utilizar métodos alternativosutilizando así aceites y cambiando la posición de la pequeña. Pero, por su parte, Laura insiste, en vano. Hasta que las parteras finalmente cedieron y llamaron a una ambulancia. Desafortunadamente, los servicios de emergencia fueron llamados demasiado tarde y la pequeña Margot murió unos días después por complicaciones relacionadas con la falta de oxígeno.
La Subdivisión de Investigación de Seguridad Sanitaria ha iniciado una investigación
Después de esta tragedia, la División de Investigación de Seguridad de la Atención Médica llevó a cabo una investigación independiente para comprender las circunstancias de la muerte del niño y determinar la responsabilidad. Y resulta que varias semanas antes de dar a luz,
Laura había sufrido varias complicacionesincluida hemorragia.
Situación que debería haber motivado su traslado inmediato al hospital. Un traslado que también habría permitido salvar al niño. Sin embargo, Lisa Land, al minimizar los signos de angustia que sentía la joven madre, retrasó la atención médica para Laura y su hija. Por otro lado, durante el parto, la sangre estuvo presente en el líquido amniótico de Laura, que además tenía una temperatura corporal preocupante. Señales adicionales que deberían haber alertado a las parteras.
Dos parteras deshonestas
Además de la evidente negligencia de las parteras presentes, la investigación reveló que las dos mujeres habían falsificado documentos médicos para cubrirte y minimizar los eventos tanto como sea posible. Un acto que tuvo graves consecuencias para la reputación de la maternidad donde trabajaban.
Después de recibir el informe HSIB, el comité del Consejo de Enfermería y Partería (NMC) concluyó que las acciones de Lisa Land y Hazel Williams fueron incompatibles con los estándares éticos y profesionales de su profesión. De este modo, las dos mujeres fueron expulsadas.