El primer gran incendio del año en el sur de Francia, declarado este martes 11 de junio, el incendio de Vidauban arrasó cerca de 600 hectáreas en el macizo de Maures.
A pesar de una primavera lluviosa (Francia no ha experimentado tales precipitaciones desde 2008), lamentablemente no debería ser la última y el riesgo de incendio sigue siendo alto este verano.
“El peligro no ha terminado”
“El inicio de la primavera fue lluvioso, esto recargó los mantos freáticos y, en términos de sequía, la situación no es problemáticasubraya el director interregional de Météo-France Sud-Est, Mathieu Créau. Sin embargomodera el especialista, el peligro no ha terminado. El incendio de Vidauban lo demuestra”.
En efecto, el desarrollo de la vegetación, favorecido por la lluvia, induce “más combustibles, en particular vegetación más corta (pequeños arbustos, etc.) que sólo necesitan unos días sin lluvia para secarse”.
Como siempre durante el período estival, la vigilancia sigue siendo esencial. Más aún cuando sabemos que, según las previsiones de Météo-France, las temperaturas deberían estar muy por encima de las normas estacionales este verano. Y que nueve de cada diez incendios son de origen humano.
El gobierno acaba de lanzar este miércoles 12 de junio su campaña de prevención de incendios forestales y de vegetación.
Además, el año pasado se pusieron en marcha varias acciones relacionadas con la prevención y la lucha contra los incendios forestales y de vegetación, como la creación de Forest Weather por parte de Météo-France, que proporciona información sobre el peligro de los incendios forestales, y el despliegue de ayudas estatales. la gestión forestal o incluso el refuerzo de recursos materiales y humanos en el sistema de lucha.
