Después de 1.000 días de guerra, ¿qué futuro le espera a Ucrania? “Trump podría obligar a Europa a reaccionar pero seguramente ya es demasiado tarde”

Sven Biscop, profesor de geopolítica en la Universidad de Gante y director del Instituto Real Egmont, sigue de cerca la situación sobre el terreno, así como las perspectivas diplomáticas sobre la guerra en Ucrania. Y según él, las ambiciones territoriales de Vladimir Putin siguen siendo una fuerza impulsora central del conflicto.

“Putin quiere conquistar más territorios”, declara, aunque reconoce que la idea de una liberación total del territorio ucraniano por parte de Kiev se ha vuelto muy improbable. “Rusia tiene una ventaja estratégica en el frente, pero su avance es extremadamente lento y conlleva enormes pérdidas”.

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Destaca la naturaleza de este conflicto: una verdadera guerra de desgaste en la que incluso el bando en posición de fuerza –Rusia en este caso– paga un alto coste.

Una resolución diplomática aún lejana

Cuando se le pregunta sobre los esfuerzos diplomáticos, Biscop se muestra escéptico. “En este momento, prácticamente no hay iniciativas diplomáticas creíbles”, explica, salvo quizás en la perspectiva de una reelección de Donald Trump en Estados Unidos.

“Trump siempre ha dicho que quiere poner fin a las hostilidades, incluso si eso significa implícitamente aceptar las ganancias territoriales de Rusia”.

Esta posición podría alentar a Putin a intensificar sus ofensivas en los próximos meses, con la esperanza de capitalizar un posible desarrollo político internacional favorable a Moscú.

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Ante esta situación, el teniente coronel Tom Simoens, historiador de la Real Academia Militar (ERM), recuerda la responsabilidad de los europeos de seguir apoyando militarmente a Ucrania.

“Todo lo que damos a Ucrania ahora tiene como objetivo evitar que pierda más territorio”. insiste. Pide redoblar los esfuerzos para garantizar que los ucranianos puedan mantener sus posiciones actuales y, en última instancia, tener más influencia en posibles negociaciones futuras.

Según Sven Biscop, la ecuación es clara: la guerra está estancada, las perspectivas diplomáticas siguen sin estar claras y el apoyo occidental es más crucial que nunca para evitar un declive significativo en Ucrania.

Falta de debate estratégico

Por su parte, Rusia lanzó el domingo un “ataque masivo” en Ucrania, mientras Washington daba luz verde a Kiev para el uso de misiles de largo alcance. Prueba de que el conflicto no está listo para terminar.

De ahora en adelante, la verdadera pregunta es qué iniciativa podría tomar Donald Trump si regresa a la presidencia de Estados Unidos. “Para nosotros, los europeos, esto podría ser un desafío, porque durante mucho tiempo hemos evitado tomar decisiones claras”, él cree.

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Critica especialmente la actitud europea hasta ahora, caracterizada por un apoyo limitado a Ucrania. “Siempre hemos dicho que apoyaríamos a Ucrania hasta la “victoria total”, pero no fue eso lo que hicimos. Simplemente proporcionamos suficientes armas para que Ucrania pudiera resistir, no liberar su territorio. Este apoyo nunca fue suficiente para permitir a los ucranianos obtener ventaja y liberar su territorio. Desde el principio optamos por un mínimo, teniendo cuidado con el riesgo de escalada frente a una potencia nuclear como Rusia. Incluso en zonas donde hemos decidido proporcionar armas, nunca hemos dado lo suficiente para tener un impacto decisivo. Ucrania logra aguantar, pero no revertir la situación. Aunque hay que decir que sigue viva gracias a nuestro apoyo”.

Tom Simoens también señala la ausencia de un debate estratégico en Europa. “No nos atrevimos a discutir otros escenarios posibles. Ahora puede que sea demasiado tarde y nos veremos obligados a reaccionar a las iniciativas de Trump”. advirtió.

Si Trump puede llegar a un acuerdo con Vladimir Putin, la guerra podría terminar ya en 2025, según Biscop. “Por supuesto, nada está garantizado. Queda por ver si Putin aceptará los términos propuestos por Trump, pero todo indica que el expresidente podría dar un paso decisivo.

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El ejército belga continúa su esfuerzo

Si Donald Trump propone un acuerdo, podría verse así: “Querido amigo Vladimir, te entiendo. Lo que has conquistado lo puedes conservar, pero nos detenemos aquí”. caricatura Simoens. Una propuesta así podría obligar a Ucrania a aceptarla, especialmente si va acompañada de un cese de los envíos de armas estadounidenses. Los europeos por sí solos no podrían compensar una retirada estadounidense. En este caso, Trump también podría amenazar con aumentar el apoyo militar a Ucrania para presionar a Rusia, o levantar ciertas sanciones y restablecer las relaciones económicas. Incluso si, a nivel militar, Putin se mantiene en una posición de fuerza a pesar de pérdidas significativas”..

Por su parte, Bélgica ha apoyado a los ucranianos desde el inicio del conflicto proporcionándoles apoyo material letal y no letal, así como impartiendo varios cursos de formación en Bélgica y en el extranjero gracias a los esfuerzos de Defensa y Asuntos Exteriores.

Ucrania, ¿cerca del abandono?

“Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, la guerra ha regresado trágicamente al territorio europeo, subraya Ludivine Dedónder, Ministra de Defensa. Gracias a nuestra membresía en la Unión Europea y la OTAN, nuestro país, al igual que nuestros socios y aliados, permanece seguro. Sin embargo, es un país que ha elegido la democracia y desea acercarse a la Unión Europea, que es el blanco de la agresión del régimen autocrático de Vladimir Putin. Junto con el Departamento de Defensa, proporcionamos equipos, capacitamos y entrenamos a soldados ucranianos y cooperamos con nuestros socios y aliados para equiparlos para defenderse eficazmente. La lucha de Ucrania, al igual que el sufrimiento infligido a su pueblo, constituye una injusticia flagrante y un ataque a la democracia. Junto a Defensa, continuaremos nuestros esfuerzos. Ucrania merece recuperar su libertad y soberanía”.