John Chapman, investigador del yacimiento de Nebelivka, cree que los yacimientos de Trypillia no podrían denominarse “ciudad” en términos de tamaño y densidad de población. Más bien, habla de sitios “protourbanos”, sitios “en las primeras etapas de desarrollo urbano, con algunas características de ciudad, pero que aún no se han convertido completamente en ciudades”.
Johannes Müller, por su parte, cambió de opinión sobre la pregunta: “es una ciudad, o al menos es urbana”. Para defender su hipótesis, plantea la idea de que la noción de ciudad en la prehistoria varía según el lugar. “Las ciudades europeas, por ejemplo, eran diferentes de las ciudades chinas”.
Explica que para calificar un lugar como ciudad, “primero necesitamos un concepto, una planificación visible desde el inicio de la construcción”. Para Trypillia, hay señales. Observamos que las casas estaban dispuestas en forma de círculo alrededor de un espacio vacío. A medida que la población aumentaba, el espacio vacío en el centro disminuía con la construcción de nuevos círculos en su interior.
Su segundo argumento se basa en el hecho de que, en un sitio de tal tamaño, no todos los habitantes podrían conocerse como los de un pueblo. Según él, “en los yacimientos de Trypillia vivían entre 5.000 y 15.000 personas”. Finalmente, se encontraron signos de economía. “Sabemos que transportaban cargas pesadas a largas distancias. Había una forma bastante avanzada de práctica metalúrgica y creemos que había un sistema político”.
Mykhailo Videiko, arqueólogo ucraniano y uno de los codirectores de operaciones en el yacimiento de Maidanetske, comparte la misma opinión que Johannes Müller. Compara el tamaño del sitio de Maidanetske con el de “una gran ciudad medieval como Kiev (200-300 hectáreas) o Chernihiv (200 hectáreas)”. Añade que “con una población de alrededor de 15.000 habitantes, dedicados a diversas actividades económicas, administrativas y políticas, Maidanetske era en realidad lo que llamamos una ciudad”.
Después de numerosos debates, los arqueólogos acabaron adoptando más o menos el término megalugares, entre el pueblo y la ciudad.
Para Johannes Müller, “el sistema político de Trypillia era único, si lo comparamos con otros yacimientos prehistóricos”. En Mesopotamia, el sistema político de Uruk era jerárquico. En Trypillia, en cambio, “no detectamos ningún rastro de estratificación social y jerárquica” durante el período de los megasitios.
Para el arqueólogo, el sistema político de los megasitios funcionaba según un modelo comunitario o de asamblea. “Los vecinos directos formaron una comunidad pequeña, luego el barrio más alejado formó una comunidad mediana. Y finalmente el barrio grande formó una gran comunidad para toda la ciudad”, comenta.
Por el contrario, para Mykhailo Videiko, el sistema político de estos megasitios habría estado formado por “cacicazgos”, un sistema organizativo que incluía unas pocas tribus. Añade que “quizás los megasitios fueron los centros de estas jefaturas”.
Diversas evidencias arqueológicas tienden a demostrar que Trypillia habría sido uno de los primeros lugares donde se practicó la agricultura en Europa. Lo que sorprendió a Johannes Müller fue que esta agricultura era mucho más importante de lo que los investigadores habían imaginado durante mucho tiempo. Según nuevos análisis, “entre el 90 y el 95% de su nutrición estaría compuesta de vegetales”. ¿Esta sociedad habría tenido tendencias flexivegetarianas? Para él, “en principio eran vegetarianos, pero por otro lado seguramente también consumían lácteos y carne”, en menor medida.