El presidente serbio anunció el martes que viajará a Rusia el próximo mes de mayo para celebrar el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi. Pero Aleksandar Vucic aún expresó sus dudas.
“Si el fin del mundo no sucede -no estoy tan seguro, pero espero que así sea- será un gran honor para mí estar en la Plaza Roja para el 80º aniversario de la liberación del fascismo, como lo estuve para el 75º aniversario”, afirmó Aleksandar Vucic, que no ha visitado Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, hace exactamente 1.000 días.
“El 9 de mayo (nota del editor: 2025) todavía está lejos, pero agradezco al presidente Putin por invitarme y le dije que, salvo circunstancias imprevistas, estaré encantado de asistir. También hablé de ello con el primer ministro eslovaco, Robert Fico, que también estará presente”, añadió el presidente serbio, cuyo país nunca ha impuesto sanciones a Rusia.
Serbia, que ha acogido a cientos de miles de rusos desde febrero de 2022, depende casi por completo de Moscú para su suministro de gas. Pero también es candidato a unirse a la Unión Europea (UE), donde realiza la mayor parte de su comercio. Así, durante casi tres años, las autoridades serbias se han visto obligadas a realizar un frágil acto de equilibrio entre Bruselas y Moscú.
La UE ha expresado a menudo su preocupación por los vínculos de Belgrado con Moscú y ha pedido periódicamente a Serbia que alinee su política exterior y de seguridad con la suya propia.
Durante una visita a Belgrado a finales de octubre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, canceló una reunión prevista con el primer ministro serbio, Milos Vucevic, que acababa de recibir a un ministro ruso.
El Kremlin dijo el martes que quería hacer del 9 de mayo de 2025 “la mayor festividad de su historia”, en un contexto de exaltación de sus valores patrióticos y militares, en medio del conflicto en Ucrania.