Tras la decisión de Washington de autorizar a Ucrania a atacar a Rusia con misiles de largo alcance, Emmanuel Macron y Keir Starmer reafirmaron su apoyo a Kiev.
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En la inauguración de la cumbre del G20 este lunes, los líderes presentes se tomaron la tradicional foto de grupo. Faltaban varios líderes: Giorgia Meloni, Justin Trudeau y, especialmente, el presidente Joe Biden, que llegó tarde a Río.
Su decisión del domingo de autorizar a Ucrania a atacar objetivos en territorio ruso con misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos fue una sorpresa.
Una luz verde bien recibida por Londres y París.
“Esto representa mil días de agresión por parte de Rusia y mil días de sacrificio por parte de Ucrania. Debemos redoblar nuestros esfuerzos. Y asegurarnos de que Ucrania tenga medios, durante el tiempo que sea necesario. Porque no podemos permitir que Putin gane esta guerra”.declaró Keir Starmer, primer ministro británico.
“La única potencia que hoy intensifica este conflicto es Rusia, en la que participa Corea del Norte, conocida por ser una potencia muy agresiva, implicada en un programa nuclear y armada con misiles de largo alcance. Estamos asistiendo a un punto de inflexión en esta guerra que llevó a la elección de los americanos”declaró Emmanuel Macron a la prensa, al margen de la cumbre del G20.
El lunes, París recordó que el uso de misiles franceses en suelo ruso era “una opción”.
Sin embargo, la luz verde de Washington no es unánime entre los países miembros de la OTAN y, según los expertos, llega demasiado tarde para cambiar el equilibrio de poder en el frente.
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