Los tribunales de Singapur emitieron su veredicto el lunes en un histórico caso de fraude financiero que involucra a Lim Oon Kuin, también conocido como OK Lim. El ex fundador de Hin Leong Trading, una de las mayores empresas comercializadoras de petróleo de Asia, fue condenado a 17 años y medio de prisión por orquestar un fraude de más de 100 millones de dólares en perjuicio del banco HSBC.
El empresario de 82 años fue condenado en mayo de 2024 por tres cargos, entre ellos falsificación de documentos y engaño para obtener financiación fraudulenta. La fiscalía había solicitado inicialmente una pena de 20 años, calificando los hechos como “uno de los casos de fraude financiero más graves jamás perseguidos en Singapur”. A pesar de su avanzada edad y los problemas de salud citados por la defensa, el tribunal consideró que los servicios penitenciarios disponían de los medios necesarios para satisfacer sus necesidades médicas.
Un imperio petrolero en decadencia
Hin Leong Trading, que alguna vez fue el buque insignia del comercio de petróleo asiático, vio colapsar su reputación en 2020, a raíz de la pandemia de Covid-19 y los trastornos en los mercados petroleros mundiales. El colapso de la empresa reveló prácticas financieras cuestionables, incluido el ocultamiento de 800 millones de dólares en pérdidas y deudas cercanas a los 4 mil millones de dólares.
En testimonio jurado en 2020, OK Lim admitió que Hin Leong Trading no había generado beneficios durante varios años, contrariamente a los balances publicados en 2019. Según los fiscales, Lim había ordenado ocultar estas pérdidas, lo que empeoró la situación financiera. asuntos de la empresa y acreedores engañados.
El fraude sofisticado y sus repercusiones
Los cargos contra OK Lim se centran principalmente en contratos ficticios de venta de petróleo creados para obtener fondos de manera fraudulenta del banco HSBC. Estas transacciones, totalmente inventadas, permitieron al ex magnate recibir casi 112 millones de dólares del banco. El tribunal calificó estas maniobras fraudulentas de haber “manchado gravemente” la reputación de Singapur, considerado un centro central del comercio de petróleo en Asia.
Aunque Lim se declaró culpable de algunos cargos, sigue en libertad tras pagar la fianza en espera de la audiencia de su apelación en el Tribunal Superior. Esta condena marca una fuerte señal del sistema de justicia de Singapur en su lucha contra los delitos financieros, reforzando así su deseo de proteger la integridad de su sector financiero y comercial.
Swiss