El cese del suministro de gas ruso a OMV (Österreichische Mineralölverwaltung), anunciado el 16 de noviembre por Gazprom Export, obligó a Austria a explorar nuevas opciones para asegurar sus necesidades energéticas. En respuesta, Alemania ofrece una solución a través de su terminal de gas natural licuado (GNL) en Mukran, en la isla de Rügen.
La terminal de Mukran, operada por Deutsche ReGas, tiene una capacidad de conexión anual de 13,5 mil millones de metros cúbicos (Bcm), más que suficiente para cubrir los 7 Bcm de consumo anual de Austria. Stephan Knabe, presidente del consejo de supervisión de Deutsche ReGas, confirmó que esta infraestructura, compuesta por dos unidades flotantes de regasificación y almacenamiento (FSRU), está en pleno funcionamiento desde septiembre.
Una herramienta estratégica para la seguridad energética
La reducción de las entregas a OMV se debe a una disputa sobre una compensación arbitrada, que la empresa austriaca dedujo de sus pagos a Gazprom. Este evento tiene lugar en un contexto europeo donde la seguridad energética sigue siendo una prioridad. La terminal de Mukran no sólo refuerza el suministro de Alemania, sino también el de los países vecinos, de acuerdo con el principio de solidaridad energética defendido por la Unión Europea.
Gracias a su red de gasoductos, el gas regasificado de Mukran puede transportarse rápidamente y en grandes cantidades a Austria a través de Alemania y la República Checa. Esta flexibilidad logística la convierte en una solución estratégica para compensar las interrupciones del suministro.
El auge de la infraestructura de GNL en Alemania
Desde la suspensión de las exportaciones de gas ruso en 2022, Alemania ha acelerado el desarrollo de terminales de GNL para diversificar sus fuentes de suministro. Mukran es la cuarta terminal operativa del país y la única gestionada por una empresa privada. Las otras tres terminales, ubicadas en Wilhelmshaven y Brunsbüttel, cuentan con apoyo financiero estatal.
Desde diciembre de 2022, estas infraestructuras han permitido a Alemania importar 9,5 millones de toneladas de GNL, o el equivalente a 13,1 mil millones de metros cúbicos de gas. La importancia de Mukran, como mayor punto de inyección a la red nacional, se ha visto reforzada por la creciente demanda de soluciones alternativas debido a las persistentes tensiones geopolíticas.
Un marco regulatorio favorable
Alemania ha adoptado medidas legislativas, como la Ley de Aceleración de la Infraestructura de GNL, para facilitar la rápida construcción de estas terminales. Este marco legal proporciona exenciones temporales a ciertos requisitos ambientales, reduciendo así los tiempos de implementación.
Estos esfuerzos van acompañados de una estrategia energética global que incluye obligaciones estrictas para llenar las reservas de gas. Estas iniciativas permiten a Alemania no sólo garantizar su propia resiliencia energética, sino también apoyar a socios europeos como Austria en situaciones de emergencia.
La terminal de Mukran ilustra cómo la infraestructura de GNL puede desempeñar un papel clave en la estabilidad energética europea, al tiempo que responde a los desafíos que plantea el fin del suministro ruso.