Las esperanzas de un respiro siguen desvaneciéndose para el pueblo libanés. Israel “llevará a cabo operaciones militares” contra Hezbollah incluso en caso de un acuerdo de tregua en el Líbano, declaró el lunes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén. “Lo más importante no es (lo que es seguro) el papel si lo hay (acuerdo) pero el hecho de que tendremos la obligación, para garantizar la seguridad en el Norte (de Israel)para llevar a cabo sistemáticamente operaciones contra posibles ataques de Hezbolá, incluso después de un alto el fuego”, declaró Benjamín Netanyahu en el Parlamento.
“Nada prueba que este acuerdo será respetado” por Hezbolá, prosiguió el Primer Ministro israelí, refiriéndose “no sólo a las operaciones en reacción a los ataques (de Hezbolá), sino también a las operaciones para impedir (su) refuerzo”. “No permitiremos que Hezbolá vuelva a la situación en la que se encontraba el 6 de octubre” de 2023, en vísperas del inicio de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. El 8 de octubre de 2023, Hezbolá lanzó fuego casi a diario contra el norte de Israel, en apoyo a su aliado palestino.
La embajadora estadounidense en el Líbano, Lisa Johnson, presentó el jueves a funcionarios libaneses una propuesta para un alto el fuego entre el Hezbolá proiraní e Israel.
“El Líbano se muestra muy positivo ante esta propuesta”, declaró el lunes a la AFP un responsable que sigue las negociaciones, subrayando que Beirut está ultimando sus “observaciones” antes de transmitir su respuesta a Estados Unidos.
Por su parte, Israel, que insiste en que cualquier posible acuerdo garantiza el distanciamiento de Hezbollah de la frontera entre Israel y el Líbano, está dando vueltas en torno a un alto el fuego. Las filtraciones en la prensa indicaron que Israel exige poder continuar sus ataques contra Hezbollah después de un alto el fuego, lo que un funcionario libanés, entrevistado por la AFP, consideró inaceptable la semana pasada.
El texto de la iniciativa estadounidense no ha sido revelado, pero se refiere en particular a un alto el fuego y a una aplicación exhaustiva de la resolución 1701, según funcionarios libaneses. Esta resolución, que prevé el cese de las hostilidades por ambas partes, permitió poner fin a la anterior guerra entre Israel y Hezbolá en 2006.