Según T&E, el 3% de los vuelos generan el 80% del calentamiento debido a las estelas de vapor. Un cambio de ruta evitaría el 80% de este calentamiento, para un exceso de consumo de combustible del 5% o menos. © Gil Roy / Aerobuzz.fr
Según un nuevo estudio realizado por Transport & Environment (T&E), bastaría con modificar ligeramente las trayectorias de vuelo de una pequeña parte de la flota mundial para reducir a la mitad el impacto climático de las estelas de vapor antes de 2040. Esta medida costaría un máximo de 4 euros por pasajero en un vuelo transatlántico.
Las estelas de condensación (las líneas blancas creadas por los aviones en el cielo) tienen un impacto en el calentamiento global al menos tan grande como el de las emisiones de CO2 de la aviación. Pero sólo una pequeña minoría de los vuelos (3%) genera el 80% del calentamiento debido a estas estelas. Un nuevo análisis de T&E muestra que al cambiar las trayectorias de estos raros vuelos, es posible reducir a la mitad el calentamiento global debido a las estelas de vapor antes de 2040.
Según T&E El cambio de trayectoria de vuelo sólo se produciría en un número limitado de vuelos y en una pequeña parte de la ruta. El exceso de combustible utilizado por estos aviones para evitar las estelas de condensación representaría, por tanto, sólo el 0,5% del queroseno consumido por toda la flota mundial durante un año. En los pocos vuelos para los que está previsto un cambio de ruta, se puede evitar el 80% del calentamiento debido a las estelas de vapor, con un exceso de consumo de combustible del 5% o menos. »
T&E dice que la geografía y la latitud del vuelo tienen una fuerte influencia sobre si una estela causa calentamiento o no. “ Los vuelos sobre América del Norte, Europa y la región del Atlántico Norte representaron más de la mitad del calentamiento global de las estelas de vapor en 2019. El tiempo de vuelo también influye en los efectos climáticos de las estelas de condensación. Los formados por vuelos vespertinos y nocturnos son los que más contribuyen al calentamiento global. La estacionalidad también es importante: las estelas de vapor más cálidas tienden a ocurrir en invierno. »
Para T&E, « Evitar la formación de estelas de condensación es una solución económica. Haciendo una estimación conservadora, el estudio muestra que el coste adicional asociado a esta evitación sería de unos 4 euros por pasajero en un vuelo París-Nueva York. Este precio tiene en cuenta el combustible adicional y toda la tecnología necesaria para evitar las estelas de vapor (sensores de humedad, satélites, etc.). Esta solución es al menos 15 veces más barata (por tonelada de CO2 evitada) que otras soluciones climáticas como la captura y almacenamiento de carbono (CCS).. »