El presidente chino, Xi Jinping, aseguró a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que Beijing trabajaría para una “transición suave” con el nuevo gobierno estadounidense, durante el último tête-à-tête oficial de los dos hombres el sábado en Lima. La reunión duró 1 hora 40 minutos.
Los dos países deberían “seguir explorando el camino correcto” para llevarse bien y “lograr una coexistencia pacífica a largo plazo”, afirmó Xi, citado por la agencia estatal de noticias Xinhua.
Aseguró que China estaba “lista para trabajar con la nueva administración estadounidense [après l’élection le 5 novembre de Donald Trump à la présidence des Etats-Unis] mantener la comunicación, ampliar la cooperación y gestionar las diferencias” con vistas a “una transición fluida” de las relaciones bilaterales.
Joe Biden se hizo eco de esta afirmación y afirmó que los dos países deben hacer todo lo posible para evitar que la competencia entre ellos “conduzca a un conflicto”, según la presidencia estadounidense. El tête-à-tête se celebró en el hotel donde se aloja el presidente chino desde el jueves.
“Nuestros dos países no pueden permitir que esta competencia se convierta en conflicto. Es nuestra responsabilidad y, en los últimos cuatro años, creo que hemos demostrado que es posible mantener esta relación”, añadió.
Conversaciones “francas”
Este encuentro entre los líderes de las dos superpotencias fue el último antes del regreso a la Casa Blanca en enero de Donald Trump, cuyo primer mandato (2017-2021) estuvo marcado por tensiones y un enfrentamiento comercial con China.
Durante su campaña, el multimillonario prometió proteger la industria estadounidense, amenazando con imponer aranceles del 10 al 20% a los productos importados y de hasta el 60% a los procedentes de China. También ha incluido en su equipo a aquellos que adoptan una línea dura contra Pekín.
Joe Biden, que realiza una de sus últimas grandes salidas internacionales, dijo estar “orgulloso del progreso realizado” para estabilizar la relación entre Washington y Beijing. “No siempre hemos estado de acuerdo, pero nuestras conversaciones siempre han sido francas”, afirmó.
El encuentro se produjo al margen de la 31ª edición de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que reúne en Lima a 21 economías que representan el 60% del PIB mundial.
En la cumbre, varios líderes expresaron temores de “proteccionismo” y “aislacionismo”, en referencias más o menos obvias a la próxima presidencia de Donald Trump.
“Negación” y “aislacionismo”
En discusiones a puerta cerrada por la mañana, Xi Jinping llamó a los países de la región a “unirse y cooperar” en medio de “desafíos como el aumento de la geopolítica, el unilateralismo y el proteccionismo”.
Ya el viernes, Xi Jinping había advertido “contra el aumento del unilateralismo y del proteccionismo” y consideró que el mundo había “entrado en un nuevo período de turbulencias y transformaciones”.
Durante la misma sesión del sábado por la mañana, el presidente chileno, Gabriel Boric, también llamó a la unidad, “ante la amenaza del aislacionismo, de la negación de la crisis climática por parte de algunos”, pero sin mencionar explícitamente al presidente electo Trump.
Joe Biden, por su parte, estimó el viernes, al margen de una reunión con sus aliados de la región del Pacífico, Japón y Corea del Sur, que “hemos llegado a un momento de cambio político significativo”.
Al clausurar la cumbre del sábado, la presidenta peruana, Dina Boluarte, saludó el consenso alcanzado sobre la “hoja de ruta de Lima”, para “promover la transición a la economía formal y global” desde la economía informal, predominante en varios países de la región. Luego entregó la presidencia de APEC a Corea del Sur, que será la sede de la cumbre en 2025.
Después de Lima, Joe Biden y Xi Jinping viajarán a Brasil para participar en el G20.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/afp