(Kiev) El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que quería “hacer todo lo posible” para lograr el fin de la guerra en su país en 2025 por “medios diplomáticos”, ya que la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses ha relanzado el debate sobre la negociaciones.
Publicado a las 9:34 a. m.
Victoria LUKOVENKO y Sergii VOLSKYI
Agencia France-Presse
En una entrevista difundida el sábado, Volodymyr Zelensky habló también de una situación “realmente complicada” en el frente oriental, donde el ejército ruso avanza rápidamente contra tropas ucranianas cada vez menos armadas.
“Debemos hacer todo lo posible para garantizar que esta guerra termine el próximo año. Debemos ponerle fin por medios diplomáticos”, dijo en una entrevista con la radio ucraniana.
Estimó que su homólogo ruso, Vladimir Putin, estaba tratando de romper su “aislamiento político” hablando con los líderes. Pero “Putin no quiere la paz en absoluto”, afirmó.
El debate sobre posibles negociaciones de paz, dejado de lado durante mucho tiempo por Volodymyr Zelensky, se ha intensificado en las últimas semanas en un contexto de rápidos avances rusos en Donbass (Este) y la postergación occidental de la ayuda militar que se proporcionará a Kiev.
Sin embargo, las posiciones rusa y ucraniana siguen siendo opuestas: Kiev excluye la cesión de territorios ocupados por el ejército ruso, mientras que Moscú la pone como condición.
Preguntado sobre las condiciones necesarias para la apertura de negociaciones, Volodymyr Zelensky estimó que esto sólo será posible si “Ucrania no está sola con Rusia” y si es “fuerte”, en un fuerte llamamiento a sus socios occidentales.
Si sólo hablamos con [Vladimir] Putin, que con un asesino, y nos encontramos en las condiciones actuales, sin el refuerzo de algunos elementos importantes, creo que Ucrania está perdiendo en estas negociaciones.
Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania
Según él, esto no conduciría a “un final justo” de la guerra, desencadenada hace casi tres años por la invasión rusa de febrero de 2022.
Los países del G7 estimaron el sábado que Rusia sigue siendo “el único obstáculo para una paz justa y duradera”.
“Seguimos unidos junto a Ucrania”, aseguraron en un comunicado difundido por Italia, que preside el G7 este año.
Pero Kiev teme perder el apoyo de Estados Unidos, esencial para su ejército, tras la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
Este último criticó a menudo la ayuda proporcionada por su país y aseguró que podría resolver el conflicto en “24 horas” sin detallar nunca su método.
Volodymyr Zelensky teme verse obligado a entablar negociaciones desfavorables para Ucrania.
El viernes, el líder estimó que la guerra terminaría “antes” bajo la presidencia del republicano, al tiempo que elogió sus contactos con él, durante una entrevista con el medio ucraniano Suspilne.
“Desestabilización”
Occidente está preocupado por la entrada de tropas norcoreanas en el conflicto. Según Kiev y Washington, participan en combates junto a soldados rusos, aunque el Kremlin evade las preguntas al respecto.
El Ministro de Asuntos Exteriores japonés, Takeshi Iwaya, que visitó Ucrania el sábado, dijo que la participación de Corea del Norte tendría un impacto “extremadamente significativo” en la seguridad del este de Asia.
Volodymyr Zelensky, que se reunió con Takeshi Iwaya, afirmó en su discurso diario que “Rusia está enseñando a Corea del Norte la guerra moderna, lo que puede conducir a una desestabilización más amplia”.
El ejército ruso avanza contra las tropas ucranianas, porque el reabastecimiento de armas y de nuevos reclutas es “lento”, explicó el presidente ucraniano, destacando las grandes pérdidas humanas de Moscú.
El Ministerio de Defensa ruso también reivindicó el sábado la captura de dos nuevas aldeas en la región de Donetsk.
El ejército ucraniano lanzó un importante ataque contra la región fronteriza rusa de Kursk en agosto, apoderándose de varios cientos de kilómetros cuadrados, un argumento que Kiev había dicho que quería utilizar, en última instancia, para presionar a Moscú durante posibles conversaciones.