Como parte del proyecto de ley de finanzas para 2025el gobierno ha decidido aprovechar el sector del transporte aéreo para reducir su déficit presupuestario. Presentada en el Consejo de Ministros el 10 de octubre, esta medida tiene como objetivo aumentar el impuesto de solidaridad sobre los billetes de avión (TSBA). Creado en 2006 bajo la presidencia de Jacques Chirac, este impuesto financia Unitaid, una organización dedicada a la compra de medicamentos para los países en desarrollo.
El año pasado, la TSBA recaudó casi 460 millones de euros. Según las previsiones, su rendimiento podría duplicarse o incluso triplicarse hasta alcanzar 1.500 millones de euros
en 2025. Pronto se presentará una enmienda para definir los términos precisos de este aumento.
Precios de los billetes de avión: importantes aumentos para los pasajeros y la aviación privada
El aumento previsto no sólo afectaría a los pasajeros de vuelos comerciales, sino también a la aviación privada. Según Antoine Fraysse-Soulier, analista de mercado de eToro, los aviones de negocios, hasta ahora relativamente ahorrados, podrían ver aumentar su contribución de 63 a 200 euros por vuelo. Este segmento, que representa una pequeña fracción de los viajes aéreos, contribuiría hasta 150 millones de euros de ingresos
esperado.
Para los pasajeros de clase económica, el impacto podría ser igualmente notable en los aviones. La tasa para vuelos de menos de 5.000 kilómetros pasaría de 7,50 a 42 euros. Este aumento se reflejaría directamente en el precio de los billetes, lo que haría temblar a las aerolíneas francesas. Air France, que ya paga 140 millones de euros al año por este impuesto, estima que esta reforma podría penalizar su competitividad contra las compañías aéreas europeas y asiáticas.
Un impuesto controvertido y con repercusiones económicas
El Ministro de Transporte, François Durovrayintentó minimizar el impacto calificando este aumento de “razonable”. Este último explicó en particular a La tribuna que el coste adicional para los viajeros podría limitarse a unos diez euros para los vuelos intraeuropeos y a varios cientos para un viaje de ida y vuelta entre París y Nueva York en clase business.
Sin embargo, estos argumentos luchan por convencer a los actores del sector. El Grupo Francés de Industrias Aeronáuticas y Espaciales teme una pérdida de atractivo para la industria aérea francesa, mientras que EasyJet advierte de los riesgos para la clase media. “Este aumento podría hacer que los viajes en avión sean inaccesibles para muchos franceses“subrayó la empresa, recordando el papel esencial de la aviación en la movilidad social y económica.
¿Hacia consecuencias ecológicas en los aviones?
Más allá de las preocupaciones económicas, este impuesto también genera un debate ecológico. Mientras algunos consideran que un aumento de precios podría disuadir los viajes aéreos, EasyJet insiste en que los impuestos no reducen directamente emisiones de carbono. Pero simplemente aumentan los costos para los consumidores. Y con razón, ni la crisis sanitaria ni la avergonzarse del vuelo (la vergüenza de volar) han frenado el crecimiento del transporte aéreo. En 2023 se registraron 4.300 millones de viajes aéreos y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) prevé casi 5.000 millones de pasajeros este año. Esta cifra borraría el récord de 4.540 millones de 2019, antes del impacto de la pandemia.
A más largo plazo, Iata prevé duplicar el número de pasajeros aéreos de aquí a 2043, alcanzando 8,6 mil millones. Este crecimiento, estimado en un 3,6% anual, estará impulsado principalmente por mercados emergentes como Asia-Pacífico y Oriente Medio. Al mismo tiempo, Airbus predice que la flota mundial de aviones comerciales se duplicará hasta alcanzar los 48.230 aviones en 20 años, impulsada por el ascenso de las clases medias asiáticas.