Los precios de los medicamentos en Marruecos siguen siendo particularmente elevados, una observación mencionada repetidamente tanto por los pacientes como por los profesionales sanitarios, y confirmada recientemente por Fouzi Lekjaa, ministro delegado responsable del presupuesto. Durante la presentación del proyecto de ley de finanzas para 2025 ante la comisión de finanzas y desarrollo económico de la Cámara de Representantes, subrayó que algunos medicamentos cuestan alrededor de cuatro veces más que en el extranjero, destacando en particular las importaciones digitales bajo el pretexto de la producción nacional.
Según el ministro, los medicamentos fabricados localmente no deberían importarse para apoyar a la industria farmacéutica local. Sin embargo, sus precios deberían alinearse con los niveles internacionales, objeta, advirtiendo contra cualquier situación de monopolio que conduzca a un aumento de los precios. Y por una buena razón, hay mucho en juego. Los precios de los medicamentos influyen tanto en el poder adquisitivo de los consumidores como en el equilibrio financiero y la sostenibilidad del sistema de seguro médico obligatorio, amenazando de hecho la labor de generalización de la cobertura social, señala.
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Fouzi Lekjaa subrayó también que la autorización de importación debería referirse principalmente a medicamentos que no se produzcan localmente o que requieran un tiempo de producción importante, medido en años, con el fin de promover la competencia y garantizar el suministro.
Una situación preocupante
Interrogado sobre este tema por Le360, Saâd Taoujni, en el ámbito de la salud y la protección social, indica que esta situación pone en duda la política de Estado en el ámbito de la medicina, que debe ser revisada en profundidad. Una misión que debería ser llevada a cabo por la Agencia Marroquí de Medicamentos y Productos Sanitarios, una nueva estructura creada a tal efecto, y que podría inspirarse en las buenas prácticas adoptadas en países donde los precios son razonables.
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Entre las soluciones propuestas, nuestro contacto recomienda compras en grupo, especialmente para tratamientos costosos para enfermedades de larga duración (ALD). En este sentido, cita el papel que desempeñaba antiguamente la farmacia del Fondo Nacional de Organismos de Seguridad Social (CNOPS), que fue suprimido, y que concedía reducciones en los precios de los medicamentos de hasta el 80%.
Este problema, insiste el experto, merece una atención urgente, ya que la factura de un paciente que padece EHA puede ser muy elevada, llegando a casi un millón de dírhams al año. La situación es especialmente preocupante cuando estos medicamentos, a menudo costosos, no son reembolsables, lo que obliga a los pacientes a cubrir el coste total. Y para concluir, Saâd Taoujni quisiera subrayar que este aumento de los precios beneficia principalmente a las multinacionales, mucho más que a los fabricantes o farmacéuticos locales.