Policías por todas partes, gendarmes también, la BRI, perros, caballos, un helicóptero dando vueltas… es un poco de todo el arsenal de seguridad francés que está en los alrededores y en el Estadio de Francia para este partido Francia-Israel, mientras que se espera la asistencia más baja del estadio que jamás haya conocido (menos de 20.000 espectadores).
Se han cerrado las primeras filas de asientos y se han instalado rejas para marcar claramente la separación entre el campo y las gradas. Stands de los que se ha condenado toda la corona superior. Esperamos menos de 20.000 espectadores en un recinto con capacidad para 25.000. En definitiva, este partido podría haberse disputado perfectamente en Valenciennes si no hubiera existido un contrato entre la Federación y el Estadio de Francia.
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Los espectadores van llegando mientras el helicóptero continúa su patrulla. Tienes que mostrar tus credenciales y tener tu tiempo. Para la prensa, por ejemplo, 11 controles antes de llegar a su lugar: 2 antes de entrar el coche en el aparcamiento del estadio, antes de un registro completo, coche y conductor, luego dos controles más antes de aparcar. Nuevo registro de la bolsa al salir del parking, control en la puerta de prensa, escaneo de la bolsa, control en la entrada del estadio, control en la entrada al stand de prensa y control en la entrada a la sala de prensa. Y el helicóptero sigue girando, pero el ruido de las aspas es finalmente ahogado por la música del estadio que no logra emocionar a una multitud atónita, casi perdida en un estadio demasiado grande y sin atmósfera.
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