Según Thomas Portes, dar la bienvenida al equipo de Israel, que representa a un Estado comprometido con
“un genocidio en curso en Gaza”
equivale a legitimar abusos y trivializar una importante crisis humanitaria.
“El deporte no es neutral”,
dijo, enfatizando que a veces son necesarias decisiones políticas para responder a tales situaciones. Requiere conciencia y decisión
para evitar que Francia sea cómplice, a través de su silencio, de la violencia perpetrada contra el pueblo palestino.
Silencio institucional y responsabilidad compartida
Respondiendo a las declaraciones de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), que atribuye la responsabilidad de la celebración del partido a la UEFA, Thomas Portes denunció una actitud generalizada de despeje. Recordó que, a pesar de la centralización de las decisiones a nivel internacional, existen palancas en diferentes niveles para actuar.
La Federación Palestina de Deportes, por ejemplo, ha pedido que Israel sea suspendido de las competiciones internacionales, una medida que podría tomar la FIFA.
“Sin embargo, todos miran para otro lado, mientras el pueblo palestino es masacrado”
se lamentó.
El diputado también cuestionó al Gobierno francés y a la FFF, afirmando que podrían haberse opuesto a la celebración del partido invocando razones éticas o políticas. Según él, la situación actual revela una falta de coraje político:
Todos pasan la pelota, pero nadie asume la responsabilidad.
Convocatoria a los futbolistas franceses
Preguntado sobre un posible llamamiento a los futbolistas, Thomas Portes espera que los jugadores franceses aprovechen esta oportunidad para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino, incluso si el partido se desarrolla según lo previsto. Citó ejemplos de deportistas implicados en el pasado, como los futbolistas estadounidenses que protestaron tras la muerte de George Floyd o François Moncla, ex capitán de la selección francesa de rugby, que denunció el apartheid en Sudáfrica. Y para enfatizar: