Ante los incesantes bombardeos sobre Moscú, la interceptación de los ataques enemigos es una cuestión vital para Kiev. Entre ataques contra civiles y destrucción de infraestructura energética, los drones rusos están causando estragos lejos del frente, al igual que contra las fuerzas ucranianas desplegadas en Donbass.
Entre las innovaciones implementadas, una tecnología en proceso de democratización podría aliviar a Kiev en el futuro: los drones lanzaredes, que pueden detener las máquinas rusas sin ser destruidos en el proceso y, por lo tanto, sin desgastar las preciosas defensas antiaéreas ucranianas.
Los drones en el centro del conflicto en Ucrania
Los drones se han convertido en una herramienta esencial tanto para las fuerzas ucranianas como para las rusas. Utilizados para reconocimiento, ataques contra posiciones enemigas o incluso la destrucción de infraestructura instalada en lo profundo del territorio enemigo, estos dispositivos son desarrollados y producidos con un gran costo por ambos bandos.
Por lo tanto, el principal desafío para Kiev y para Rusia es lograr interceptar los drones enemigos para ser el único que pueda beneficiarse de sus ventajas tácticas. Pero detener estas máquinas es complejo y costoso: un dron que vuela cerca del suelo a baja velocidad es menos fácilmente accesible para los sistemas antiaéreos, y el coste del proyectil utilizado para destruirlo es a menudo mucho mayor que el de la máquina pilotada a distancia. .
El ejemplo israelí es revelador: según Haaretz, si Tel Aviv logra detener casi sistemáticamente los misiles enemigos utilizando su defensa aérea multicapa, en el caso de los drones, la tasa de interceptación cae al 80%. En el frente ucraniano, donde falta munición y el sistema de defensa antiaérea es menos denso, Moscú puede lanzar oleadas de drones con la seguridad de que varios de ellos conseguirán alcanzar su objetivo.
Sobre todo porque el uso masivo de estas máquinas controladas remotamente permite a ambos campos desarrollar muchas técnicas nuevas. Según soldados ucranianos entrevistados por el New York Times, las fuerzas rusas ahora utilizan drones señuelo sin cargas explosivas y vuelan bajo para evitar los radares enemigos, lo que permite saturar las defensas antiaéreas.
Drones Net para detener los dispositivos rusos
Una solución es interceptar estos drones con otros drones: estrellándolos contra su objetivo o derribándolos desde lejos, podríamos aumentar la tasa de interceptación y ahorrar munición preciosa a un precio muy alto.
Entre los métodos de interceptación de estos drones, podemos citar el uso de redes, que está en proceso de democratizarse: es el caso del Fortem DroneHunter 700, suministrado por Washington a Kiev desde el inicio del conflicto.
Estas redes son disparadas por el interceptor para detener los rotores del dron enemigo, un punto débil crucial, que hace que se estrelle lejos de su objetivo. La ventaja es que el dron interceptor se puede reutilizar posteriormente, mientras que los modelos kamikazes, lógicamente, no se pueden reutilizar.
La eficacia de esta solución empuja a Ucrania a desarrollar modelos como el comedia de situación ptashkaun pequeño lanzador de redes que se puede instalar en muchos drones. Dado que la mayoría de los drones no tienen una cámara orientada hacia arriba, este sistema permite que una máquina pilotada de forma remota se posicione por encima de su oponente y lance una red a través de este punto ciego.
Varios otros países también están adoptando estas tecnologías: por parte israelí y estadounidense, Fortem y Elbit han desarrollado una técnica que incluye un paracaídas, que permite no sólo interceptar el dron, sino también aterrizarlo suavemente.
Sin embargo, esta nueva técnica no es infalible. En caso de democratización total de este método de interceptación, la solución consistiría en proteger los rotores para permitirles seguir funcionando, incluso una vez capturados.