Las drogas están en el corazón de nuestra sociedad, y cada vez más. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar frente a esta realidad que afecta a todos los orígenes y a todas las edades. Las ventas en las esquinas, las plantas de cannabis en sótanos o áticos, la cocaína en todas las clases sociales, estas sustancias pueden parecer lejanas. Sin embargo, están a nuestras puertas. ¿Un ejemplo? Son muchos los hombres de cuello blanco de entre 40 y 55 años que llegan a los servicios de urgencias de los hospitales por un consumo problemático y combinado de alcohol y cocaína. A menudo, al negarlo, se enfrentan abruptamente a su realidad. Su cuerpo cede a un consumo que se ha vuelto demasiado regular y pesado.
Las responsabilidades profesionales y el estrés son causa del consumo de sustancias y de las poliadicciones (tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, somníferos, etc.). Algunos ejecutivos usan drogas hoy en día para aumentar su capacidad de atención. El 44% de los empleados franceses cree que las prácticas adictivas son habituales en su lugar de trabajo. En las empresas, la adicción es un factor desencadenante de alrededor del 25% de los accidentes laborales, sin olvidar la relación con el aumento del burnout.
Una cifra es menos conocida: el 11% de las ejecutivas consumen alcohol en riesgo. Según el INRS, el alcohol y el cannabis son las dos sustancias psicoactivas más consumidas por los empleados.
Sin embargo, existen soluciones; una inversión en prevención de la salud ocupacional reduciría la depresión, las bajas laborales, el ausentismo y la pérdida de productividad. ¡Invertir 1 euro en prevención de salud laboral rinde 13 euros!
Invertir en particular a nivel psicológico para enseñar a las personas a cuidarse y a sentirse menos tentadas a recurrir a mecanismos de alivio a través de productos. El impacto también es real en la vida familiar. En alrededor del 25% de las parejas la violencia siempre va acompañada del consumo de alcohol. El 60% de los episodios agresivos ocurren dentro de las dos horas posteriores al consumo masculino.
En este libro hemos querido, sin prejuicios, permitir que todos conozcan cada sustancia y sus efectos, porque, para nosotros, cuanto más conozca la población los productos, más podrá afrontar el tsunami de las drogas.
Utilizando datos sanitarios proporcionados por el Inserm, el profesor Pierre Kopp (Universidad París 1 Panthéon-Sorbonne) pudo estimar el coste social de diferentes drogas anualmente: 118 mil millones de euros para el alcohol, 122 mil millones de euros para el tabaco, 8,7 mil millones de euros para las drogas ilícitas… .
Además, las drogas siguen siendo el factor principal en la acumulación de riqueza del crimen organizado. El sector de la droga en Francia genera unos 3.000 millones de euros de beneficios al año y sólo en el tráfico de cannabis participan 240.000 personas.
Los números hablan por sí solos… ¿y tú? ¿Qué cree que puede lograr a pequeña escala para reducir el impacto de las drogas en nuestra sociedad, en sus empleados e indirectamente en sus seres queridos o sus hijos?
Dra. Pauline Gérard, Dr. Thomas Orban, Vincent Liévin
“Adicciones y drogas, entenderlas para reducir los riesgos” publicado por Ediciones Mardaga.