Nuevas lluvias torrenciales cayeron el miércoles en el sur y el este de España, reavivando los temores de las víctimas, apenas dos semanas después de las devastadoras inundaciones que dejaron al menos 223 muertos, principalmente en la región de Valencia.
La Agencia Nacional de Meteorología (Aemet) ha emitido alerta roja, nivel máximo, en las provincias de Málaga (sur) y Tarragona (noreste), debido a esta nueva “gota fría”, una depresión aislada a gran altura bastante común. en otoño en la costa mediterránea española.
En las zonas en alerta roja, situadas en la costa, podrían acumularse en las próximas horas entre 120 y 180 litros de precipitación por metro cuadrado (120 a 180 milímetros), según la Aemet. Las precipitaciones durarán hasta el jueves.
También se esperan fuertes lluvias, aunque menos intensas, en la Comunidad Valenciana, afectada por las inundaciones del 29 de octubre, con el temor de ver las alcantarillas aún bloqueadas por el desbordamiento de barro, mientras los vecinos luchan por levantar la cabeza ante los enormes daños. causado por esta tragedia.
“Ya hemos perdido nuestros coches, ya hemos perdido gran parte de nuestras casas y tampoco tenemos trabajo así que no tenemos nada que perder”, lamentó Carlos Moltó, vecino de Picaña, localidad de 11.000 habitantes. situado en las afueras de Valencia, con el canal de televisión autonómico A Punt.
El vecino municipio de Paiporta, considerado el epicentro de la tragedia del 29 de octubre, sufrió nuevas inundaciones, según informó el diario Las Provincias. En esta localidad, todavía devastada, los vecinos han levantado barricadas improvisadas con sacos de tierra delante de las puertas de las casas.
– Alarmas en teléfonos –
Como medida de precaución, varios municipios de la región han pedido a los miles de voluntarios que acuden cada día para ayudar a los vecinos a limpiar las calles, que no acudan el miércoles a las zonas siniestradas.
Las nuevas lluvias podrían perturbar la búsqueda de las 17 personas que siguen desaparecidas según las autoridades. Las operaciones se concentran principalmente en torno a los cursos de agua y en la costa, en las desembocaduras de los ríos.
En Andalucía y Cataluña, donde se encuentran las provincias en alerta roja (Málaga y Tarragona), las autoridades se han anticipado a las posibles consecuencias de las fuertes lluvias enviando mensajes de alerta a los teléfonos móviles, cuya recepción provoca un fuerte pitido.
“Mucho cuidado, evita viajar y sigue los consejos” de los servicios de emergencia, indica el enviado a Málaga.
Las autoridades valencianas fueron duramente criticadas por enviar este mensaje de alerta a última hora del 29 de octubre: Aemet había puesto la región en alerta roja por la mañana, pero muchos vecinos de la zona ya estaban bajo el agua cuando se transmitió el mensaje.
La indignación contra las autoridades, acusadas de haber evaluado mal los riesgos y de haber retrasado demasiado el despliegue de la ayuda, dio lugar el sábado a manifestaciones multitudinarias, la mayor de las cuales reunió a 130.000 personas en la ciudad de Valencia.
La alerta roja emitida por la Aemet, correspondiente a fenómenos meteorológicos de “excepcional intensidad” que presentan “un nivel de riesgo muy alto para la población”, llevó también a las autoridades a suspender las clases el miércoles en parte de Cataluña y en ciudades andaluzas como Granada y Málaga. .
En esta ciudad, el mal tiempo también provocó el aplazamiento para el viernes de un partido entre España y Polonia en el marco de la Copa Billie Jean King de tenis femenino, que debía disputarse el miércoles por la tarde.
En la Comunidad Valenciana, esta nueva gota de frío provocó olas de más de cuatro metros en la costa, y convenció a las autoridades a cerrar determinadas carreteras y líneas de tren. También se suspendió el tráfico marítimo en los puertos de Valencia y Sagunto.