Llevaba más de veinte años durmiendo en un armario. Otorgado en 2002 por Marie-George Buffet, entonces ministra de Deportes, “debía haberme sido entregado después de los Juegos Olímpicos de Beijing, por Henri Sérandour, fallecido entretanto… Y desde entonces no he vuelto a pedírselo a nadie”. El lunes 11 de noviembre, Gérard Cousin recibió finalmente en Dinard su medalla de oro en Juventud, Deporte y Participación Comunitaria.
“A pesar de nuestras diferencias a veces, sobre todo en lo que respecta al futuro de la piscina, tenemos mucho en común, como el deporte asociativo, Dinard y el respeto mutuo”, subrayó Arnaud Salmon, el alcalde que le entregó la medalla después de la ceremonia del 11 de noviembre.
Bombero en París y luego en Rennes, Gérard Cousin llegó a Dinard en 1967, con motivo de la inauguración de la piscina olímpica. “Con Henri Séranour, siempre hemos honrado el deporte en todas las disciplinas. Al borde de la piscina pero también balonmano con la Asociación Secular o boxeo. Pasamos mucho tiempo ayudando a otros de 8 a.m. a 10 p.m. No teníamos horarios, pero había un ambiente terrible y era un placer trabajar en Dinard”.
Generoso, disponible y atento a las personas, especialmente a los más jóvenes, el destinatario dedicó gran parte de su tiempo a servir a los demás. Ferviente defensor del mantenimiento de la piscina, a sus 86 años, Gérard Cousin nunca se rinde. Hace unos años, todavía practicaba nado en las playas.
Hoy sigue siendo un espectador de este deporte que tanto le enseñó y que le resulta difícil abandonar. Conmovido, dedicó este reconocimiento a la vida deportiva “a todos los amigos que ya no están y que me han acompañado durante todos estos años”.
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