El principal sospechoso del asesinato de Nicolás Dumas el 1 de noviembre, explicó a la policía que no pretendía matar al joven de 22 años sino intimidar a los empleados y clientes de la discoteca Seven, en Saint-Péray.
Una muerte evitable. Se cree que la muerte de Nicolas Dumas, jugador de rugby de 22 años, asesinado a tiros el 1 de noviembre delante de una discoteca de Ardèche, es consecuencia de un “acto de intimidación” Lo que habría salido mal, según el presunto tirador, que admitió los hechos, explicó el martes 12 de noviembre el fiscal de Marsella, Nicolas Bessone.
El presunto autor del tiroteo mortal, un italiano de 19 años, y el conductor del vehículo, un hombre de 23 años, que lo había conducido delante del Seven, la discoteca donde se produjo esta tragedia el pasado mes de noviembre. 1 en Saint -Péray (Ardèche), ambos fueron acusados de asesinato e intento de asesinato por banda organizada y puestos en prisión preventiva, afirmó el fiscal de Marsella durante una rueda de prensa. Ambos admitieron los hechos que se les imputan. El tirador, sin embargo, aclaró que “no quería quitarle la vida a nadie” y que sólo había sido reclutado, en las redes sociales, para “un acto de intimidación”.
Intimidación y extorsión
Antes de herir mortalmente a Nicolás Dumas de un tiro en la cabeza, el tirador había alcanzado a otras dos personas, uno de los porteros de la discoteca y un cliente que también esperaba para entrar en el establecimiento que organizaba una velada especial con motivo de Halloween. El arma podría ser un revólver Magnum 357, según Nicolas Bessone. Los dos hombres dijeron a los investigadores que no se conocían y que nunca se habían visto antes de reunirse para esta operación.
“El motivo podría ser, aunque hoy no puedo asegurarlo con certeza, el deseo de extorsionar a este establecimiento nocturno. […] es una hipótesis privilegiada en esta etapa”indica el fiscal. Por ahora “ningún elemento nos permite conectarnos [ce drame] en la mafia DZ»el clan que hoy domina el tráfico de drogas en la segunda ciudad de Francia, insistió el magistrado.
El presunto tirador, desconocido hasta entonces en Francia, fue detenido el 4 de noviembre en un punto de venta de la ciudad marsellesa de Bricarde, uno de los barrios obreros del norte de la ciudad azotados por el tráfico de drogas. El conductor del vehículo, un Renault Scénic robado a finales de octubre en Marsella y luego encontrado carbonizado, también fue detenido el 4 de noviembre, dos horas después, en su domicilio de Cavaillon (Vaucluse). Era conocido por delitos de drogas y violencia doméstica.
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