Las ONG argumentan que los permisos se concedieron ilegalmente porque no tuvieron en cuenta el impacto de las emisiones derivadas de la quema de petróleo y gas, lo que sería incompatible con los objetivos climáticos del Reino Unido.
Sin embargo, el Tribunal Supremo británico, en junio, calificó de ilegal otro permiso de perforación en Horse Hill (sur de Inglaterra) porque no tenía en cuenta las emisiones generadas por el uso del petróleo extraído.
Una victoria legal para los activistas ambientales significaría que los operadores tendrían que volver a presentar evaluaciones ambientales para su aprobación antes de que pueda comenzar la perforación.
Para Tommy Shepherd, ex miembro del Partido Nacional Escocés, este asunto tendrá repercusiones más allá del caso Rosebank. “Es el caso más importante por su magnitud, pero se aplicará de manera más general al proceso de toma de decisiones”, afirmó a la AFP.
“El último gobierno conservador concedió 100 licencias en los últimos meses de su mandato. Todas serán cuestionadas”, añade.