Dos semanas después, la gestión de las inundaciones en España sigue ocupando a las autoridades. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció el lunes 11 de noviembre la adopción de un nuevo paquete de medidas de apoyo para los afectados por las mortales inundaciones del 29 de octubre en la región de Valencia. Este sistema representa una inversión de casi 3.800 millones de euros.
El gobierno ya había anunciado la semana pasada un plan de primeros auxilios de 10.600 millones de euros tras esta catástrofe que dejó más de 220 muertos.
“El gobierno está y estará presente, con todos los medios necesarios, y mientras sea necesario […] Continuaremos el trabajo para restaurar la normalidad en las zonas afectadas por este desastre natural”, prometió el jefe del Gobierno socialista durante una rueda de prensa.
Pedro Sánchez y el presidente regional criticados por las víctimas
Este fin de semana, decenas de miles de personas manifestaron en Valencia su enfado contra la clase política. En particular, exigieron “renuncia” del presidente del Gobierno regional, Carlos Mazón (Partido Popular, derecha), pero el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, tampoco se salvó de las críticas.
Los dos hombres son acusados por las víctimas de haber subestimado los riesgos y de haber coordinado mal las ayudas tras estas inundaciones que devastaron cerca de 80 municipios.
Fuentes cercanas al gobierno aseguraron este fin de semana que querían definir a su debido tiempo las posibles responsabilidades de cada persona y los posibles fallos en la gestión del desastre. Pero también afirmaron que el gobierno había hecho todo lo que podía dentro del marco institucional actual.
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