Del 9 al 12 de noviembre, los TGV dejarán de circular por la línea de alta velocidad París-Lyon. Allí se está instalando un nuevo sistema de señalización. Esta tecnología permitirá en el futuro mejorar la frecuencia pero también la puntualidad de los trenes en esta línea.
ERTMS es el apodo de esta tecnología estándar europea, pero también la razón por la que los TGV dejarán de circular en la línea de alta velocidad París-Lyon durante cuatro días. Este sistema permitirá en el futuro conocer la posición y velocidad de todos los trenes en tiempo real. Los conductores también tendrán toda esta información y podrán ajustar su velocidad en consecuencia, lo que repercutirá directamente en la regulación y, por tanto, en la regularidad de los TGV.
Pero instalar un sistema como éste, por muy informático que sea, es una auténtica tarea. Esto explica la interrupción del tráfico durante el fin de semana del 11 de noviembre. Actualmente, en este proyecto trabajan 1.000 personas y circulan 22 trenes vacíos para garantizar que la instalación del sistema se realice sin problemas. La primera fase de estos trabajos supone la puesta en marcha de un nuevo centro de supervisión para gestionar esta tecnología ERTMS.
El tráfico en la línea de alta velocidad París-Lyon se reanudará el miércoles 13 de noviembre a las 4 horas.
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