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Una mujer adinerada que vive entre Toulouse y la Costa Azul denuncia la misteriosa desaparición de sus bienes almacenados en la caja fuerte de un gran banco. La entidad financiera niega cualquier brecha de seguridad.
F. disfruta de su retiro entre Alto Garona y la Costa Azul, con frecuentes viajes de regreso que la hacen más vulnerable a los robos. En 2008, esta mujer adinerada decidió guardar sus bienes más preciados en la caja fuerte de alquiler de una sucursal bancaria de Toulouse. Allí deja joyas excepcionales, monedas de oro y fajos de billetes, que espera mantener a salvo.
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Para reforzar esta protección, llega incluso a encerrar sus objetos más caros en una caja de madera cerrada con cera. Para ella, este espacio es inviolable. Pero unos años más tarde, aparecen signos preocupantes: en cada visita, observa que los objetos van desapareciendo poco a poco de su “tesoro”, sin poder aportar pruebas concretas.
Fue en 2019, durante una cuidadosa inspección de su baúl, que descubrió que el sello de cera que aplicó estaba roto, dejando pocas dudas sobre repetidas intrusiones. “Cada nueva desaparición me empujaba, desesperada, a regresar a la agencia, donde, sin embargo, me sentía impotente ante respuestas que parecían eludir mis preocupaciones”, explica. Exasperada y angustiada por estas misteriosas y repetidas pérdidas, toma la difícil decisión de vaciar su caja fuerte y romper todos los lazos de confianza con el banco. “Cuando recogí el contenido de la caja, noté que muchas cajas estaban vacías”, certifica.
“Sin brecha de seguridad”
Terminó reuniendo, en abril de 2021, todos los documentos (fotos y facturas de las joyas) para acreditar las pérdidas estimadas en 22.763 euros, y presentó una denuncia oficial ante la gendarmería de Portet-sur-Garonne por robo y daños.
“Al leer en La Dépêche que incidentes similares habían afectado a otros clientes del banco, me di cuenta de la urgencia de dar a conocer mi caso”, desliza la anciana.
Lamenta la falta de seguimiento de su denuncia por parte de las autoridades, situación que deplora tanto más cuanto que, por precaución, no ha elaborado ninguna lista oficial de sus bienes, lo que complica sus posibilidades de ser indemnizada y posiblemente identificar al probables culpables. “Sólo tengo un consejo para los particulares: sobre todo, no dejéis que vuestros ahorros o bienes familiares duerman en una caja fuerte”, insiste.
Ante las acusaciones de robo realizadas por F., el gran grupo financiero respondió con un comunicado escrito asegurando que no se había identificado ningún fallo de seguridad en sus sistemas. En carta fechada el 9 de junio de 2021, el establecimiento afirma que solo existe una copia de la llave de cada compartimento y que F., al no haber otorgado ningún poder, fue el único que pudo acceder a su caja fuerte. “Nuestras medidas de seguridad son impecables y nada permite establecer que en este caso concreto se hayan producido robos”, escribió la institución bancaria.