lo esencial
Los futuros novios estuvieron presentes ayer en la V edición de la feria de bodas en el recinto ferial. Hoy permanece abierto con alrededor de sesenta expositores por descubrir.
Pauline, 33 años, Rijan, 29 años, estaban ayer en los pasillos de la feria de bodas en el centro de exposiciones. La joven pareja albigense vino en busca de ideas para prepararse para el gran día previsto para el 4 de octubre de 2025. No están demasiado estresados. Llevan 7 años viviendo juntos. “Ya tenemos un hijo, era hora de pensar en ello”, dice Pauline con una sonrisa. Para esta visita al salón vinieron sin él. “Es su abuela quien lo cuida, pero no se olvidó de darnos algunos consejos aunque no pudo venir”, añade Pauline.
Después del período de la covid, en el que el número de matrimonios se desplomó debido a la prohibición de reunirse, los años 2022 y 2023 volvieron a aumentar, ya sea una unión entre un hombre y una mujer o entre dos personas del mismo sexo. A nivel nacional, celebramos alrededor de 240.000 por año.
Manteniendo el vestido en secreto
A un año del evento, todavía tienen muchas cosas que resolver. “Encontramos el lugar cerca de Castres. Como la boda está prevista para octubre, no tuvimos muchas dificultades para reservar una habitación.” Por ello, dejan de lado los stands que, entre los sesenta expositores, ofrecen ubicaciones excepcionales. Hay muchas otras cosas que gestionar.
“La ventaja de la feria de bodas es encontrar todos los sectores de actividad reunidos en el mismo lugar. Esto evita pasar días enteros solicitando proveedores de servicios. Es importante elegir con cuidado. Estos proveedores de servicios participarán con nosotros durante un día que sigue siendo muy íntimo.”
La prioridad del día para nuestros dos tortolitos es el ring y el catering. Rijan sonríe y no dice lo contrario cuando Pauline reconoce que es ella quien decide muchas cosas. Como cuando mira hacia los food trucks. “Tenemos ideas en mente, pero estamos más bien abiertos a propuestas. Ahora tenemos que saber mantenernos dentro de un presupuesto definido. Queremos una boda bastante sencilla”.
Entonces será un catering. Para la música y el ambiente, se beneficiarán de los contactos de amigos que se casaron antes que ellos. Por último, está el vestido de novia y el traje de caballero. “Ya he planeado las pruebas, pero aquí no sé lo que quiero y queremos mantener la sorpresa”, explica Pauline. Rijan lo aprueba.
Pero aun así echarán un vistazo al desfile.
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