La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está en el centro de varios asuntos delicados, según información revelada por medios israelíes.
Se revelaron cuatro expedientes complejos y potencialmente desestabilizadores, que involucraban acusaciones de manipulación de documentos, filtraciones de inteligencia e intimidación de oficiales militares.
Caso de filtración de documentos clasificados
El caso más grave se refiere a la filtración de documentos clasificados, que provocó la detención de cinco personas, entre ellas un asesor de Netanyahu y un alto oficial del ejército.
Según las fuentes, estos documentos, robados a las fuerzas armadas israelíes, fueron transmitidos a medios de comunicación extranjeros, con el objetivo de influir en la opinión pública sobre una posible negociación de intercambio de prisioneros.
Este escándalo plantea dudas sobre la seguridad de la información dentro de las instituciones israelíes y cómo documentos tan sensibles podrían haberse hecho públicos.
Manejo de documentos relacionados con las operaciones en Gaza
El segundo caso se refiere a presuntos intentos de cambiar los protocolos relacionados con las operaciones militares en Gaza. Según las acusaciones, la oficina de Netanyahu buscó alterar estos documentos para influir en futuros informes oficiales sobre los fallos del 7 de octubre, fecha marcada por graves ataques que expusieron fallos de seguridad.
Este intento de manipulación podría tener como objetivo proteger las responsabilidades del gobierno frente a las críticas internas e internacionales.
Chantaje que involucra a un alto oficial militar
El tercer caso pone de relieve acusaciones de chantaje. Los funcionarios de la oficina de Netanyahu supuestamente intentaron presionar a un alto oficial militar utilizando un vídeo comprometedor. A cambio de su silencio, supuestamente exigieron información confidencial adicional.
Este uso de documentos sensibles para presionar a los militares pone de relieve prácticas de intimidación que, de ser probadas, podrían tener graves consecuencias para la estabilidad interna de las instituciones israelíes.
Vídeo del incidente con Yoav Galant
El último archivo se refiere a una grabación de vídeo que muestra al ex ministro de Defensa, Yoav Galant, al que guardias de seguridad le impidieron entrar a la oficina de Netanyahu poco después del inicio de la guerra.
Esta escena simbólica de tensión entre líderes israelíes fue ampliamente difundida y podría reflejar conflictos internos dentro del gobierno, en un contexto de crisis.
Reacciones e investigación en curso
Estos casos llevaron al asesor jurídico del gobierno israelí a autorizar la apertura de una investigación. Según el periódico Maarivesta autorización podría permitir a los investigadores investigar también las responsabilidades directas del propio Netanyahu.
Por su parte, la oficina del Primer Ministro rechaza totalmente estas acusaciones, calificándolas de “pura invención”. Sin embargo, la magnitud de las acusaciones, particularmente las relacionadas con la filtración de documentos secretos a medios extranjeros, genera serias preocupaciones sobre el manejo de información sensible dentro del gobierno.
Uso de documentos “falsificados” en las negociaciones
Por otra parte, los informes indican que Netanyahu utilizó algunos de estos documentos, algunos de los cuales se consideran “falsificados”, para justificar la suspensión de las negociaciones de intercambio de prisioneros.
Estos documentos, presentados como prueba, fueron presuntamente manipulados con el objetivo de justificar una política más rígida hacia los grupos opositores, según medios israelíes.
Estas acusaciones, si se confirman, corren el riesgo de agravar las tensiones en la opinión pública israelí, ya preocupada por las consecuencias de este asunto para la seguridad nacional.
Presión creciente sobre los altos funcionarios
Mientras tanto, las investigaciones revelaron que dos altos funcionarios de la oficina de Netanyahu supuestamente extrajeron y distribuyeron imágenes de cámaras de vigilancia que involucraban a un oficial militar de alto rango, lo que aumentó las sospechas de chantaje e intimidación. Esta situación llevó al Jefe de Estado Mayor, Herzi Halevi, a recibir una denuncia alegando que la Oficina del Primer Ministro estaba utilizando información sensible para presionar al personal militar.
Entonceslas revelaciones sobre las prácticas de la oficina de Netanyahu sumergen al gobierno israelí en una profunda crisis. A medida que avanzan las investigaciones, el público israelí sigue esperando respuestas claras, mientras las instituciones del país se enfrentan a cuestiones de transparencia y rendición de cuentas.
El impacto de estos casos podría repercutir en todo el panorama político de Israel, mientras el gobierno de Netanyahu intenta enfrentar desafíos tanto nacionales como internacionales.