Un gran desempeño para esta fábrica de nueve empleados, orgullosos de su método de fabricación artesanal. El LBF goza ahora de reconocimiento internacional y está firmemente establecido en Ovalie (1), para gran satisfacción de Thibaut Lamy, director de producción local.
¿Suficiente para animarlo a descansar los laureles? No. Porque la marca acaba de resucitar la legendaria Manufactura de Boinas Vascas de Bayona (MBBB), fundada hacia 1910. Esta casa, antiguamente situada en Saint-Esprit, rue Brigadier-Muscar, desapareció en los años 1950… antes de resurgir en favor de una Reunión entre representantes de LBF y un fabricante de sombreros local.
Los primeros nombrados recogieron así más de 40.000 insignias bordadas, que cosieron en las boinas. Para comprender mejor la historia olvidada de esta fábrica, LBF también se puso en contacto con la Cámara de Comercio e Industria, el Museo Vasco y el archivo departamental, antes de hacerse cargo del negocio.
Herencia cultural
El Beret francés pretende ahora “combinar herencia y modernidad” explotando este patrimonio cultural vasco (2). “También hemos encontrado al proveedor de las insignias, lo que nos permitirá rehacerlas cuando se agoten las existencias”, anuncia Nathalie de Mauduit, directora del LBF. Esta última habla de un “verdadero tesoro vintage” y dice estar orgullosa de anclar un poco más a LBF en su territorio, gracias a esta nueva aventura.
Ya socia de Katxi klothing y de la boutique del Museo Vasco, esta nueva marca “tiene mucho éxito en los puntos de venta del País Vasco”. Y como los proyectos están en el ADN de LBF, recordemos finalmente que la marca ahora vende… sombreros. No cualquier boina, por supuesto, ya que los fabricantes de boinas acaban de comprar Le Bonnet français, que tiene el mismo acrónimo que Le Beret français. “Tenemos los medios y las herramientas para desarrollar esta marca. »
(1) La LBF ha desarrollado una colaboración con la FFR y la liga Nouvelle-Aquitaine.
(2) La empresa BF ha obtenido el sello EPV, como Empresa de Patrimonio Vivo.