El contrato de tránsito de gas entre Rusia y Ucrania, firmado por un período de cinco años, expira a finales de 2024. Este tránsito permite a Europa recibir gas ruso a través de Ucrania a pesar del contexto bélico, en particular a través del punto de interconexión de Sudzha. Sin embargo, la continuación de estas entregas depende ahora de un acuerdo entre los compradores europeos y el gobierno ucraniano.
Alexander Novak, viceprimer ministro ruso, expresó la disposición de Rusia a seguir transportando gas a Europa a través de Ucrania, pero aclaró que las decisiones ya no dependen únicamente de Moscú. “Estamos listos para suministrar [le gaz]aunque esto no depende de nosotros. Los acuerdos deben establecerse directamente entre los consumidores europeos y el país de tránsito”, afirmó.
Los desafíos para Europa
El cese del tránsito podría afectar a muchos países europeos que aún dependen de estas entregas. Entre ellos, Austria y Eslovaquia se encuentran entre los principales beneficiarios de este tránsito. Empresas como OMV en Austria y SPP en Eslovaquia prevén la posibilidad de compensar estos volúmenes con otras fuentes en caso de interrupción. Sin embargo, Eslovaquia está abogando activamente por que se establezcan nuevos acuerdos para garantizar que el tránsito a través de Ucrania continúe, no sólo para asegurar su suministro, sino también para los ingresos sustanciales generados por su condición de país de tránsito hacia otras naciones.
La oposición de Ucrania
A pesar de la exigencia europea, Ucrania se mantiene firme en su postura de no prorrogar el actual acuerdo con Rusia. El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo en octubre de 2024 que Kiev no estaba considerando una extensión de este acuerdo, citando la necesidad de reducir gradualmente la dependencia de los países europeos del gas ruso. Ucrania pretende diversificar su suministro energético, a pesar del impacto que una parada en el tránsito podría tener en países como Eslovaquia.
Efectos sobre los precios de la energía
La incertidumbre en torno al tránsito ucraniano ha influido en los precios del gas en Europa. Los contratos de entrega para enero y febrero de 2025 registran tasas más altas que para otros periodos de la curva de negociación TTF (Title Transfer Facility) hasta 2030. El contrato TTF para enero de 2025 estaba valorado en 40,67 €/MWh a principios de noviembre, lo que indica la preocupación del mercado por la posibilidad de una interrupción de estos flujos.
Posibles alternativas y perspectivas de cooperación
Se han celebrado conversaciones entre Azerbaiyán, Rusia y Ucrania para explorar la posibilidad de facilitar el tránsito de gas azerí a través de Ucrania. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha expresado un optimismo cauteloso sobre las negociaciones y sus esperanzas de lograr un avance. Además, Naftogaz, la empresa nacional ucraniana, está considerando dos escenarios: un cese total de los flujos rusos o un modelo alternativo en el que otros proveedores podrían hacerse cargo de las necesidades de la UE. Una de las condiciones sería que el gas de la empresa azerbaiyana Socar se almacene en Ucrania.
El volumen de gas ruso que transita por Ucrania ha caído drásticamente en los últimos años, de 117.000 millones de metros cúbicos en 2008 a sólo 14.650 millones en 2023, lo que ilustra la decadencia de este corredor histórico del gas ruso en Europa.