Unas sesenta personas fueron detenidas tras varios incidentes al margen de este encuentro celebrado en Amsterdam y ganado por los holandeses por 5-0. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denunció “un ataque premeditado” contra partidarios israelíes.
Reacciones políticas en Francia
A pesar de estos enfrentamientos en los Países Bajos, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, se negó a trasladar la reunión. “Francia no da marcha atrás porque eso equivaldría a abdicar ante las amenazas de violencia y antisemitismo”, escribió en X el viernes.
“A petición mía, el prefecto de policía Laurent Núñez está tomando las medidas de seguridad necesarias para que este partido se celebre en el Stade de France, como es habitual. “, agregó
El diputado de la RN, Julien Odoul, propuso el jueves trasladar la reunión a Córcega, mientras que, a principios de noviembre, el Insoumis Louis Boyard solicitó su cancelación total. “Quiero que este partido no se celebre”, declaró Louis Boyard, transmitiendo una petición pidiendo la cancelación de esta reunión de la Liga de Naciones.
“No existe ninguna amenaza directa que pese sobre el partido entre Francia e Israel”, confirmó el jueves a la AFP una fuente policial.
¿Qué organismos encargados de hacer cumplir la ley?
Para evitar cualquier desbordamiento, debería reforzarse la seguridad en el Estadio de Francia y sus 80.000 asientos y sus alrededores, con agentes de policía vestidos de civil en los pasillos del recinto dionisiano.
Para esta reunión se requisarán 26 empresas, es decir, unos 2.500 gendarmes o policías móviles, y el hotel donde se alojará la selección israelí estará bajo vigilancia. Las empresas CRS también se distribuirán por toda la capital, indicó a la AFP otra fuente policial.
Las primeras filas del Estadio de Francia, las más cercanas al terreno de juego, no estarán ocupadas para evitar cualquier invasión del terreno de juego, afirmó otra fuente policial. El Estadio de Francia no debería estar lleno de todos modos, según esta misma fuente.
“Quédate un partido de fútbol”
Jugar este partido en Saint-Denis, en condiciones de seguridad muy estrictas, “no sé si fue la mejor solución”, declaró el entrenador Didier Deschamps, devolviendo el balón a su presidente Philippe Diallo.
“¿Esto es bueno?” ¿No es eso bueno? Lo que puedo decirles es que debe seguir siendo un partido de fútbol, sin ignorar ni ignorar un contexto político y de otro tipo que es muy tenso”, comentó Didier Deschamps. “No soy parte en esta toma de decisiones. Ese no es mi papel”.
El ministro responsable de Europa, Benjamín Haddad, instó en cualquier caso el viernes a no mostrar “ninguna debilidad ni cobardía ante el antisemitismo” tras la violencia en Amsterdam.
Tifo «Palestina libre»
El lunes, una cuarentena de manifestantes de la asociación “Stop Genocide” entraron en el recinto de la FFF para protestar contra la celebración de este partido y exigir que la FIFA expulse a Israel de las competiciones.