La recogida de setas es un auténtico placer popular en otoño. Pero no debemos olvidar que esta práctica está regulada por la ley. Las reglas difieren si se encuentra en un bosque público o privado.
Las setas silvestres que crecen en bosques privados pertenecen, a diferencia de la caza, al propietario del terreno, “por derecho de adhesión”, como establece el artículo 547 del Código Civil, señala la prefectura de Charente. Evidentemente, como ocurre con todos los demás frutos industriales o naturales que crecen en estas tierras, la recolección sólo se tolera si se ha obtenido la autorización previa del propietario. Este es el caso incluso si el terreno no está cercado o no tiene señales que prohíban la entrada y la recolección.
Recoger setas en terrenos privados sin obtener el permiso del propietario constituye un robo punible con una multa de hasta 750 euros. Tenga en cuenta que desde 2012 y el nuevo Código Forestal, ya no existe un umbral por debajo del cual se tolera cualquier cosecha. También está prohibida la comercialización de la cosecha sin el acuerdo del propietario de la tierra. Incluso si has obtenido autorización, debes asegurarte de respetar el lugar y sus disposiciones, recaudar con moderación y no contravenir las órdenes prefecturales y municipales.
Como se indica en los decretos prefecturales, la recolección de setas en los bosques públicos sólo está autorizada para el llamado consumo familiar. Concretamente, esto significa que sólo podemos recopilar hasta 5 litros de setas por persona y día. Esto permite, en particular, preservar la biodiversidad. La toma de más de 5 litros se castiga con una multa de hasta 750 euros. Si te controlan con más de 10 litros, te arriesgas a una multa de 45.000 euros y tres años de prisión.
Es mejor leer los decretos prefecturales para conocer los días y horas de autorización o prohibición. También especifican si es rara la destrucción de setas o la recolección de determinadas especies raras. En todos los casos, se prohíbe la recolección con fines comerciales sin autorización de la comunidad propietaria del bosque y se prohíbe la recolección por razones de seguridad durante la caza.