¿Tiene razón Emmanuel Macron cuando dice que Israel fue creado por una resolución de la ONU? Los resaltadores te responden. Esta semana, los especialistas en control jurídico también analizan el proyecto de cobrar la entrada a Notre-Dame, la influencer Océane Amsler frente a la ley Évin y el ausentismo en la Asamblea Nacional.
¿Fue una resolución de la ONU el origen de la creación del Estado de Israel, como habría afirmado Emmanuel Macron?
El 15 de octubre, una declaración de Emmanuel Macron durante un Consejo de Ministros provocó una fuerte reacción en Israel. Dirigiéndose a sus ministros, habría recordado que “el señor Netanyahu no debe olvidar que su país fue creado por una decisión de la ONU”. En respuesta, el Primer Ministro israelí destacó que el Estado de Israel se había establecido gracias a “la victoria obtenida en la guerra de independencia” y no mediante una simple resolución de las Naciones Unidas. Esta polémica pone de relieve el debate sobre los orígenes del Estado de Israel, entre la legitimidad internacional y la fuerza militar, y la cuestión de si su creación se basa más en el plan de partición de la ONU de 1947 o en su victoria durante el conflicto árabe-israelí. 1948.
Históricamente, la creación del Estado de Israel fue apoyada por la Resolución 181 de la ONU en 1947, que preveía una partición de Palestina entre un Estado judío y un Estado árabe. Aunque este plan fue rechazado por los estados árabes, Israel proclamó su independencia en 1948 y se afirmó militarmente en la guerra que siguió, ocupando gran parte del territorio originalmente planeado para el estado árabe. Al mismo tiempo, el Estado judío se basó en precedentes legales, en particular la Declaración Balfour de 1917 y el mandato de la Sociedad de Naciones, para justificar su legitimidad. Para algunos especialistas, como el profesor François Dubuisson, esta legitimidad combina el reconocimiento internacional y la victoria militar, subrayando que la ONU no creó directamente a Israel, sino que contribuyó a su reconocimiento en 1949.
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¿Es posible cobrar a los turistas por la entrada a Notre-Dame de París?
El Ministro de Cultura propuso recientemente imponer una entrada de 5 euros a los turistas que visiten Notre-Dame de París, con el objetivo de recaudar 75 millones de euros al año para financiar el mantenimiento de las iglesias en Francia. Sin embargo, esta idea suscitó reacciones, en particular en la diócesis de París, que recordó que el principio de libre entrada a las iglesias y catedrales está garantizado por la ley. En efecto, desde la ley de 1905, los edificios religiosos pertenecientes al Estado se ofrecen gratuitamente para el culto, y cualquier actividad comercial o turística que requiera una entrada debe respetar condiciones estrictas, incluido el acuerdo de quien “sirve” el edificio, quién es responsable de su uso religioso.
Sin embargo, las reglas que rodean las tarifas de entrada son lo suficientemente claras como para que ciertas partes de un edificio religioso, como torres, criptas o espacios de museo, que no están directamente asignadas al culto, puedan estar sujetas a pago. En este caso, dicho acceso puede realizarse sin necesidad del acuerdo de la autoridad religiosa, como validó el Consejo de Estado en un asunto relativo a la iglesia de Saintes-Maries-de-la -Sea. Aplicando este razonamiento a Notre-Dame, sólo se podrían cobrar las visitas a partes como las torres del edificio, y no el acceso a la nave, que queda bajo la autoridad de la diócesis.
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Entre burbujas y rumores, la influencer Océane Amsler presiona la ley Évin
La estrella de las redes sociales Océane Amsler generó controversia al lanzar su marca de vino espumoso enlatado, “Maison Bagarre”. De hecho, la asociación Addiction France tiene previsto presentar una denuncia, considerando que la promoción de este producto no respeta la ley Évin, que regula estrictamente la publicidad del alcohol en Francia desde 1991. Esta ley limita la publicidad de bebidas alcohólicas a información fáctica y Prohíbe cualquier asociación con valores positivos como la seducción o la sociabilidad. Con el auge de las redes sociales y el marketing de influencers, estas reglas son cada vez más cuestionadas. En respuesta, la ley de 2023 impone a los influencers nuevas obligaciones de transparencia y cumplimiento de las leyes sobre productos sensibles, pero su aplicación a las plataformas digitales sigue siendo compleja, especialmente para contenidos que llegan principalmente a un público joven.
Este caso pone de relieve la insuficiencia entre las leyes actuales, diseñadas antes de la era de las redes sociales, y las prácticas modernas de marketing de influencers. Además de la ley Évin, a los influencers también se les aplican otras normas, como la relativa a los complementos alimenticios, que les prohíbe hacer afirmaciones falsas. Los influencers que violen estas reglas están sujetos a procesamiento, al igual que sus patrocinadores. Esta necesidad de adaptación legislativa fue señalada por los diputados Arthur Delaporte y Stéphane Vojetta, que trabajan en una nueva ley para reforzar la protección de los menores contra los contenidos que promocionan productos alcohólicos en las redes sociales.
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¿A qué se arriesgan François Hollande y Christine Engrand si no se sientan en la Asamblea Nacional?
Desde el inicio del año escolar de octubre, algunos funcionarios electos han tenido poca presencia en la Asamblea Nacional. Por ejemplo, Christine Engrand (RN), diputada por Paso de Calais, sólo participó en las votaciones a partir del 29 de octubre, a pesar de su baja por enfermedad, y siguió firmando proyectos de ley. Asimismo, François Hollande, nuevo diputado socialista, no retomó sus funciones en el Palacio Borbón hasta finales de octubre. Estas ausencias plantean la cuestión de posibles sanciones para los parlamentarios ausentes, aunque el marco disciplinario existente sigue siendo limitado y sujeto a excepciones.
El reglamento de la Asamblea Nacional prevé una reducción del 25% de la asignación de funciones de los diputados (es decir, aproximadamente 381 euros) para las ausencias en comisión superiores a dos por mes, con excepciones para los diputados que ya están en el hemiciclo o los miembros de la Oficina. Sin embargo, los parlamentarios no están obligados a asistir a las sesiones en el hemiciclo, donde su presencia sigue siendo voluntaria. Sin embargo, un hemiciclo escasamente lleno no significa necesariamente una falta de interés de los diputados en sus funciones, ya que pueden estar en comisión, en su circunscripción o participando en otras actividades relacionadas con su mandato.
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