Después del ataque a Ucrania, el CERN puso fin a la cooperación con los institutos de investigación rusos. Resultado: a finales de mes, los científicos rusos tendrán que abandonar el instituto de investigación nuclear con sede en Ginebra. Salidas que no dejarán de tener consecuencias para la investigación. “Ya no podemos manejar un componente del detector, pero esto no es un gran defecto”, dijo Joachim Mnich, director de investigación del CERN, a la agencia de noticias alemana dpa. Los empleados rusos transfirieron en la medida de lo posible sus conocimientos a sus colegas. “Esperamos que no haya pérdidas importantes en la producción científica”, continúa el funcionario.
Beate Heinemann, del centro de investigación alemán Deutsches Elektronen-Synchrotron, es menos optimista. “Rusia tiene una gran experiencia en ingeniería. El fin de la colaboración no imposibilitará determinadas investigaciones, pero sí complicará las cosas y podría haber retrasos. El acceso a los componentes rusos para el acelerador y a los experimentos también se ha vuelto problemático debido a las sanciones contra Rusia, informa el Tages-Anzeiger.
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