Un joven murió por sobredosis en un campamento para personas sin hogar en Saint-Henri, donde los paramédicos intervinieron tres veces en menos de dos meses.
“Es triste… probablemente sea el fentanilo. Lo sacamos de la tienda. Pensábamos que estaba dormido, pero estaba todo azul”, dice Thomas, que no quiso revelar su apellido para que sus tres pequeñas hijas no lo reconocieran.
El hombre de 40 años admite que no conocía muy bien al joven que acababa de instalarse en una tienda de campaña cerca de la suya, en el campamento al pie del cruce de Turcot, en el distrito suroeste.
Los paramédicos comprobaron la muerte de un hombre de poco más de veinte años en el lugar el 24 de octubre, confirma Stéphane Smith, portavoz de Urgences-santé.
Esta fue la tercera vez desde el 15 de septiembre que los paramédicos acudieron a este lugar por un código 23, llamadas relacionadas con sobredosis.
Un campamento en crecimiento
Al paso de Diario El lunes había más de quince tiendas de campaña y un camión aparcados allí.
Foto El Diario
Incluso hay cajas de jeringas y botiquines de primeros auxilios disponibles para los campistas, lo que lo hace sentir como un lugar de inyección medio supervisado.
“Estas son personas en el campamento que tomaron la iniciativa, nosotros sólo los apoyamos. Están intentando organizarse lo mejor que pueden. La gente no quiere verlos”, explica Cédric Cervia, director adjunto de la organización TRAC, que despliega trabajadores de calle en el sector.
Foto Anouk Lebel
No hizo comentarios sobre posibles casos de sobredosis y dijo que “las investigaciones están en curso”.
“Eso no me sorprende. El mercado es cada vez más tóxico”, subraya Jean-Sébastien Fallu, profesor de la Escuela de Psicoeducación de la Universidad de Montreal.
El experto en adicciones señala que las personas que viven en campos tienen mayor riesgo de sufrir una sobredosis que la población general.
Según él, un mayor desmantelamiento no sería la solución. “No podemos hacer desaparecer a estas personas. Hay riesgos aún mayores si los trasladamos. Seguirán existiendo en una precariedad y marginalidad aún mayores”, cree.
No está previsto ningún desmantelamiento
Aunque el campamento fue limpiado esta primavera, no está previsto el desmantelamiento a corto plazo en el terreno cuya jurisdicción comparte el Ministerio de Transportes, que gestiona el terreno.
“Los trabajadores que recorren el territorio se aseguran de remitir continuamente a las personas sin hogar a diferentes recursos”, afirma en un correo electrónico Aimée Evouna, responsable de comunicación del distrito suroeste.
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