Setenta años de permiso de conducir. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que Claude conoció a un profesor de conducción. A sus 91 años, se ofrece como voluntario para poner a prueba sus habilidades de conducción. Pero el examen no es obligatorio, sólo un repaso. Durante una hora, Claude deambula por las calles de Orthez. Está acostumbrado. Vive en una residencia de ancianos y sus desplazamientos diarios en coche no le suponen ningún problema. La confianza reina, salvo cuando llegan las rotondas. Claude desconfía de esto y critica la imprudencia de algunos conductores.
Cursos de actualización
Su conducción es cautelosa, pero a pesar de todo, superada por la gran edad del conductor. De hecho, el instructor notó algunos errores por descuido. “Perdemos habilidades y creo que es bueno recuperar la velocidad. Para mí debería ser obligatorio. Pero sé que el día que deje de funcionar, lo dejaré. Cuando tienes que parar, tienes que hacerlo. », Claude Hameau, conductor de 91 años.
Reducir el número de accidentes
La asociación “Los de Candau” anima a las personas mayores a hacerse cargo de sí mismas. Ofrece sus cursos, además de exámenes médicos, de visión y de audición. “Si con este tipo de operaciones, incluso podríamos reducir el número de accidentes. Quizás la mirada se desvíe un poco del abuelo o de la abuela que ya no sabe conducir.“, Michel Lalanne-Aulet, presidente de la asociación “Los de Candau”.
Según el Observatorio de Seguridad Vial, los mayores de 75 años son responsables del 9% de los accidentes mortales. La mitad que los jóvenes de 18 a 24 años.
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