“Tuve alrededor de veinte llamadas perdidas. Me desperté con la noticia del incendio”, dice con emoción Catherine Ponceaux, coordinadora adjunta de la asociación Retritout de Mellac, frente al edificio de la zona Kervidanou 2, destruido por el incendio entre la noche del miércoles 6 al jueves 7 de noviembre. de 2024. Este último se encuentra junto al resto del equipo de empleados y voluntarios, que acudieron a comprobar los daños mientras los bomberos aún estaban en cubierta para extinguir los últimos focos de incendio en el centro de reciclaje y recursos del país de Quimperlé. “Nos llamaron a las 00:40. Fueron los empleados de la panadería vecina quienes dieron la alarma”, explica el teniente Gildas Le Garrec, bombero voluntario. Fue necesaria la presencia de una cincuentena de bomberos de diferentes cuarteles, equipados con cinco lanzas, para sofocar el incendio.
Diez toneladas de electrodomésticos
De los 1.000 m² de la tienda, entre 700 y 800 m² se esfumaron. Un camión de la asociación y otros tres coches se quemaron en el aparcamiento. La parte de la tienda se salvó de las llamas, pero no del humo ni del agua. El almacenamiento ha desaparecido por completo. “Es difícil cuantificar lo que perdimos. Los electrodomésticos representan diez toneladas de material”, estima Catherine Ponceaux. Se ha abierto una investigación. Según los primeros elementos, se favorecería la hipótesis accidental.
“Una asociación necesaria”
“No entendemos qué pudo haber pasado. Salimos todas las noches”, asegura el asistente de coordinación. Todos están un poco atónitos. “Se siente raro. Habría sido una empresa normal… Pero esta es una asociación con alma. Amamos nuestro trabajo”, asegura Catherine Ponceaux. Sin embargo, muy rápidamente volvió el optimismo. “Recibimos mensajes de apoyo de otras asociaciones”, afirma entusiasmada Emmanuelle Dardelet, voluntaria. “Vamos a volver a estar juntos. En cualquier caso, el local estaba obsoleto. Demasiado pequeño”, asegura Philibert Titon, uno de los fundadores de Retritout y voluntario.
Como la estructura del edificio está muy dañada, es probable que todo sea demolido. “Tenemos que esperar a que llegue el seguro. Mientras tanto, aseguraremos la zona”, afirma Patrice Le Goff, teniente de alcalde de Mellac.
“Recibimos visitas de funcionarios electos, llamadas, nos sentimos apoyados”, añade el coordinador. “Es una asociación importante. Hace una labor social y es necesaria para muchas personas de la zona”, confirma Patrice Le Goff. “Ahora es el futuro lo que debemos reconstruir. No es nada serio. Todavía nos queda la furgoneta y el cerdo de las propinas”, se ríe y señala una gran alcancía que se salvó del incendio.
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