La SIB está preparando su reestructuración. La industria gráfica, ya debilitada por la crisis del sector de los folletos, quedó de rodillas por las inundaciones del pasado mes de noviembre. Recomprar las prensas dañadas costaría demasiado: la empresa ha optado por reorganizar y reorientar su actividad y debe separarse de 70 de los 140 empleados.
“No es un espectáculo agradable”.
Todavía hay folletos con fecha de otoño de 2023 colgados en las prensas. En el gigantesco almacén, el tiempo se ha detenido desde el año pasado. “No me gusta, no es una vista bonita.“, dice Pascal, técnico de mantenimiento, 27 años en la empresa, ocupado en el desmontaje de las máquinas.
Todos los días viene a trabajar al almacén casi vacío. Desde las inundaciones del pasado noviembre, Sólo se pudo retomar el 30% de la actividad. Alrededor de sesenta empleados se encuentran en actividad parcial.
“En total tenemos 17.000 metros cuadrados de construcción y tenemos alrededor de 7.500 metros cuadrados que están inutilizables por estar muy cerca del río.“, explica el jefe, Marc Leroy. Aunque empresas especializadas limpian el local desde hace cuatro meses, las máquinas siguen funcionando descomponerse regularmentelo que dificulta el reinicio de las líneas de producción.
Cambiar de dirección para sobrevivir
Sin embargo, estas máquinas son caras y los procedimientos de recompra largos. Se necesitaría una gran inversión para reponer todo lo que se perdió, pero el mercado del papel no es boyante, lastrado por la caída de la demanda de folletos por motivos medioambientales, después de haber sufrido ya la crisis del coste energético y el del covid.
Incluso antes de las inundaciones del pasado noviembre ya estaba en proyecto una reestructuración, pero las grandes pérdidas en esta fábrica fundada en 1970 no ayudaron en nada. Marc Leroy decidió entonces separarse de la mitad del personal : “La facturación se redujo a la mitad. Estamos en una situación en la que es necesaria la adaptación ya que la actividad de la empresa ya no es en absoluto la que era.“
Por lo tanto, pretende reorientar sus actividades hacia sectores nuevos y más prometedores: producir menos folletos y No más embalajes y etiquetas.Por ejemplo. Gran parte de las inversiones también se dedicarán a proteger el edificio para evitar otros desastres: hay que impermeabilizar los almacenes y levantar las enormes máquinas.
El plan social debe comenzar mi-noviembre.