lo esencial
Yoav Gallant, Ministro de Defensa israelí, acaba de recibir el agradecimiento del Primer Ministro del país, Benjamín Netanyahu. Un despido muy político, denunciado por figuras de la oposición israelí. Descifrado.
“Dificios demasiado grandes entre [Benjamin Netanyahou] y su ministro sobre la conducción de las guerras” en Gaza y el Líbano vencieron a Yoav Gallant, jefe del Ministerio de Defensa israelí. El martes 5 de noviembre, mientras el mundo tenía los ojos fijos en Estados Unidos, en medio La noche electoral, el Primer Ministro anunció la destitución de su Ministro de Defensa. Una maniobra muy política, justificada por muchos por desacuerdos estratégicos irreconciliables.
En desacuerdo sobre la cuestión de los rehenes y el servicio militar obligatorio
Liberación Indica que en el discurso televisado pronunciado por Yoav Gallant, poco después de su destitución, el ex Ministro de Defensa israelí retomó el deber moral de recuperar a los rehenes en poder de Hamas “lo más rápido posible”. Para él, este objetivo debía justificar cualquier acuerdo de alto el fuego con Hamás, un importante punto de desacuerdo con Benjamín Netanyahu, como recuerda. Los ecos. Estos últimos siguen una lógica de “guerra total” contra el movimiento islamista.
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El anuncio del despido de Yoav Gallant es motivo de angustia para las familias de los rehenes que ven en él una de las últimas esperanzas de liberación. Como ellos, el líder de la oposición Yaïr Lapid lamentó la destitución de “la única persona en la que podíamos confiar en este gobierno loco”, informa El mundo.
Además, Yoav Gallant quería establecer el servicio militar obligatorio para los judíos ortodoxos (ahora exentos si se dedican al estudio de los textos sagrados, ndr.), a lo que el jefe de Gobierno siempre se ha negado.
Una comisión de investigación sobre el 7 de octubre
Otro punto de desacuerdo entre los dos hombres, la celebración de una comisión de investigación sobre el atentado del 7 de octubre. Para Yoav Gallant, es fundamental “aprender lecciones de lo sucedido”. Sin embargo, Benjamín Netanyahu se niega a hacerlo por miedo a ser cuestionado, según los medios israelíes transmitidos por Los ecos. Muchos critican al Primer Ministro israelí por haber “contado con Hamás al permitir su financiación por parte de Qatar con el fin de debilitar a la Autoridad Palestina presidida por Mahmoud Abbas y bloquear así cualquier posibilidad de crear un Estado palestino reconocido por la comunidad internacional”, como señala el diario explica.
Una forma de distraer la atención de los escándalos.
Por último, para muchos observadores, este despido es una manera de hablar de otras cosas además de los escándalos que sacuden al gobierno de Netanyahu. El primero, apodado “el Watergate israelí”, se refiere a una posible filtración de documentos secretos de defensa orquestada por personas cercanas al Primer Ministro. De acuerdo a LiberaciónEsta filtración habría “perjudicado los esfuerzos realizados para liberar a los rehenes israelíes”. Una maniobra que algunos medios israelíes atribuyen a personas cercanas a Netanyahu, deseosas de bloquear cualquier acuerdo con Hamás. Otro escándalo suscita sospechas de falsificación vinculado al 7 de octubre de 2023.
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Un “bulldozer” lo reemplazará
Mucho más comprometido con su causa, el sustituto de Yoav Gallant, Israel Katz, es visto en Israel como un “títere” de Netanyahu, indica el corresponsal israelí de Liberación. Apodado “el bulldozer”, Israel Katz es el ex ministro de Asuntos Exteriores del Estado judío.
Una ola de protestas en Israel
“La decisión de destituir a un ministro de Defensa en medio de la guerra en Gaza y el Líbano es irresponsable. Amenaza nuestra seguridad nacional. Exigimos que la Corte Suprema intervenga de inmediato”, dijo el abogado Eliad Shraga en un comunicado en representación de dos movimientos de oposición israelíes. Por su parte, el ex miembro del gabinete de guerra israelí Benny Gantz denunció el “momento de la decisión”, deplorando un “acuerdo político alcanzado a espaldas de nuestros soldados”, leemos en El mundo.