Obvio sucesor del Poco C65, este nuevo modelo quiere seducir gracias a una etiqueta muy atractiva que muestra sólo 150 €. Estará disponible mañana en colores verde, dorado y negro.
1 300,99€
una acción
Comprar en Fnac.com
Un teléfono muy asequible
El Poco C75 se parece exactamente a muchos otros teléfonos inteligentes de gama equivalente en el mercado. Es cierto que, aparte de los atractivos colores, el móvil no es necesariamente muy original. Esto es obvio a la vista de su precio: hay que estar dispuesto a hacer algunas concesiones.
En primer lugar, el C75 tiene el buen gusto de optar por una pantalla con frecuencia de 120 Hz, una frecuencia que ofrece más fluidez y mayor comodidad de uso. Un panel de 6,88” que, sin embargo, requiere algunos sacrificios: es una pantalla LCD y la resolución es bastante baja (sólo 720p). En una diagonal tan grande, duele.
Tenga en cuenta también que el teléfono inteligente está equipado con un chip MediaTek Helio G81. Un SoC lanzado el verano pasado, pero que se basa en tecnologías muy anticuadas. Está grabado en 12 nm (a modo de comparación, los A18 Pro del reciente iPhone 16 están grabados en 3 nm) y la frecuencia de su procesador no supera los 2,0 GHz. Por tanto, debemos esperar resultados modestos.
¿Barato pero duradero?
Los teléfonos inteligentes básicos son probablemente los más difíciles de diseñar. ¿Cómo posicionarlos bien en un mercado tan cambiante como el del móvil? ¡Obviamente cuanto más bajo sea el precio, mejor! Pero esto a veces impide que los fabricantes piensen en la durabilidad de sus productos.
En este caso, el Poco C75 no cumple realmente con lo que cabría esperar de un teléfono inteligente que durará varios años. No es compatible con 5G (aunque todos los operadores están abandonando poco a poco el 4G), sólo soporta el estándar WiFi 5 y sólo ofrecerá, en el mejor de los casos, tres años de actualizaciones.
Evidentemente, el precio es un factor fundamental a la hora de plantearnos la compra de un smartphone. Pero muchos parámetros pueden, en última instancia, inclinar la balanza hacia la adopción de un modelo un poco más caro, que promete seguir siendo valiente durante un período más largo.